Sentenciarán por espionaje a ex científico que trató de ayudar a Venezuela a desarrollar arma atómica

Sentenciarán por espionaje a ex científico que trató de ayudar a Venezuela a desarrollar arma atómica

pedroleonardomascheroni

 

Un antiguo científico del Laboratorio Nacional de Los Álamos quien se declaró culpable de tratar de ayudar a Venezuela a desarrollar un arma atómica será sentenciado el miércoles.

Pedro Leonardo Mascheroni y su esposa, Marjorie Roxby Mascheroni, se declararon culpables en 2013 de ofrecer ayuda a Venezuela para desarrollar un arma nuclear a través de un agente encubierto del FBI que se hizo pasar por representante del país socialista sudamericano.

Pedro Mascheroni, de origen argentino y naturalizado estadounidense, enfrente un máximo de cinco años y medio de prisión y 10 años de libertad supervisada cuando sea sentenciado el miércoles por un juez federal en Albuquerque. Su esposa fue condenada a un año y un día de prisión por confabularse con su esposo para vender secretos nucleares.

El gobierno estadounidense no ha acusado a Venezuela de buscar acceso a secretos norteamericanos.

Antes de su encausamiento Mascheroni estuvo bajo investigación aproximadamente un año. El FBI había confiscado computadoras, cartas, fotografías, libros y teléfonos celulares en la casa de la pareja en Los Álamos.

En una entrevista con The Associated Press, Mascheroni dijo que creía que el gobierno estadounidense lo investigaba erróneamente por espionaje y negó las acusaciones.

El científico dijo que se acercó a Venezuela después que Estados Unidos rechazó sus teorías de que un láser de fluoruro de hidrógeno podía producir energía nuclear.

Según el encausamiento de 22 cargos, Mascheroni dijo al agente encubierto que podía ayudar a Venezuela a desarrollar un arma nuclear en 10 años y que el país podía usar un reactor subterráneo secreto para producir y enriquecer plutonio, así como un reactor no secreto para producir energía nuclear.

Mascheroni trabajó en la división de diseño de armas nucleares en Los Álamos desde 1979 hasta que fue despedido en 1988. Su esposa, redactora de textos técnicos, trabajó allí entre 1981 y 2010.

El científico le dijo a la AP que estaba motivado porque creía en la producción de energía atómica más limpia, menos costosa y más confiable, así como armas nucleares. Comenzó a acercarse a otros países después que sus ideas fueron rechazadas por el laboratorio, y posteriormente por asistentes legislativos.
Por RUSSELL CONTRERAS, Associated Press

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