El Gobierno estadounidense revelará hoy nuevos límites ordenados por el presidente Barack Obama a los programas de espionaje doméstico y en el extranjero dados a conocer por el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, según la Casa Blanca. EFE
La principal asesora en materia antiterrorista de Obama, Lisa Monaco, detalló en un comunicado que la Dirección Nacional de Inteligencia publicará hoy un informe sobre el “progreso sustancial” en las reformas a los programas de la NSA propuestas por Obama en enero de 2014.
Según han adelantado algunos medios, el Gobierno de Obama solicitará a la NSA la eliminación de información sobre ciudadanos estadounidenses y extranjeros que no sea relevante para la seguridad nacional ni tenga propósitos de inteligencia, después de cinco años desde su recolección.
Además, la Casa Blanca comenzará a realizar exámenes periódicos al seguimiento de la NSA a líderes extranjeros, de acuerdo con “The New York Times”.
El alcance y los detalles de los programas de espionaje masivo de la NSA, la mayoría puestos en marcha a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, quedaron expuestos en 2013 con las filtraciones de Snowden, exanalista de esa agencia y actualmente asilado en Rusia.
Las revelaciones de Snowden sacaron a la luz que EEUU espió las comunicaciones personales de algunos líderes considerados “amigos” de Washington, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, quien precisamente visitará la Casa Blanca la próxima semana para reunirse con Obama.
En enero de 2014, Obama ordenó poner fin al espionaje a mandatarios de países aliados, pero aclaró, no obstante, que los servicios de inteligencia seguirán recopilando información sobre los Gobiernos extranjeros para conocer sus intenciones.
Poco después, en marzo, Obama presentó formalmente un plan para que los datos telefónicos de millones de ciudadanos recopilados por la NSA dejen de estar en manos del Gobierno y permanezcan bajo el control de las compañías telefónicas por un periodo máximo de 18 meses, como establece la legislación actual.
Bajo el plan de Obama, la NSA únicamente podría acceder a esos datos en circunstancias específicas, siempre tras haber obtenido autorización del tribunal secreto creado por la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) y cuando haya una sospecha razonable de que el número telefónico está conectado a un terrorista.
La propuesta del presidente está en manos del Congreso, donde un proyecto de ley al respecto fue bloqueado en noviembre pasado en el Senado.