La presidenta argentina, Cristina Kirchner, se centra en los acuerdos de cooperación con China durante su visita a Pekín, mientras en su país crece el escándalo por la muerte del fiscal Alberto Nisman hace dos semanas. AFP
Kirchner se reunió con el presidente chino Xi Jinping en un momento en el cual Argentina está sacudida por el escándalo generado por la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien antes de morir había denunciado al gobierno por encubrir a los responsables de un atentado en Buenos Aires en 1994, que dejó 85 muertos.
Tras firmar unos 15 acuerdos, los mandatarios discutieron varios proyectos conjuntos incluyendo la construcción de represas, líneas férreas y plantas nucleares.
“Queremos junto a China aprender de toda su experiencia en materia de exploración espacial”, dijo la presidenta, quien señaló que su país tiene una oportunidad única de aprender de los científicos y técnicos chinos.
Esta es la segunda vez que ambos líderes se reúnen en el último año después de que Xi visitara Argentina durante su gira por América Latina en el verano boreal, que tuvo como objetivo afianzar los lazos con el continente.
China tiene inversiones por unos 23.000 millones de dólares en Argentina, principalmente en energía, minería, sector agrícola y financiero.
Kirchner dijo que estaba determinada a viajar, pese a que los médicos se lo habían desaconsejado debido a que se encuentra en recuperación tras torcerse el tobillo.
La llegada de la presidenta argentina a China se produjo en un momento en el que la fiscal que investiga la muerte de Nisman, Viviana Fein, admitió que un borrador encontrado en el basurero del apartamento del fiscal contemplaba pedir la detención de la jefa de Estado.
La presidenta argentina, que no ha comentado el borrador, concluirá su visita a China el jueves.