Lapatilla
La duda no cabe cuando se compara la conmemoración de la intentona golpista del 4 de febrero del 2015, respecto a mucha de las anteriores celebraciones en la “era Chávez”.
Pudimos constatar de primera mano la “sabiduría” del “CheCri”, la palamentazón, uno que otro baile de alegría y un triste bebé marcado con la firma de Chávez en la frente.
Eso es lo que hay.