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De un escopetazo en el pecho asesinaron a Diego Alejandro Iguarán, de 14 años. Su mejor amigo, de 12, le quitó la vida accidentalmente con el arma de su padre el pasado sábado en la noche, mientras le mostraba el rifle. La Verdad
Maira Fuenmayor, madre del fallecido, se encontraba consternada en la morgue forense de Maracaibo: “Cuando escuché el disparo salimos corriendo a ver qué había pasado. Vi a mi hijo tendido en el piso y ensangrentado. Su amigo le disparó accidentalmente, él no sabía que el arma estaba cargada. Ambas familias estamos destrozadas”.
Según la madre del adolescente, el niño sacó el arma para mostrarla y apuntó a Diego. Fuenmayor no quiso dar el nombre del muchacho que disparó.
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