Un grupo de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) anunció hoy que buscará canales que favorezcan el dialogo “directo” entre Estados Unidos y Venezuela, con el fin de que favorecer “la paz y la concordia”, tras las sanciones estadounidenses contra funcionarios venezolanos.
Dicha decisión se adoptó en una reunión mantenida en Uruguay, que ejerce la presidencia pro témpore del organismo, entre el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, y los cancilleres Mauro Vieira (Brasil), Delcy Rodríguez (Venezuela) y Ricardo Patiño (Ecuador).
El canciller ecuatoriano dijo en una conferencia de prensa posterior que han pedido al ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, que convoque una reunión extraordinaria para informar a los cancilleres del resto de los doce países de Unasur sobre los resultados de la reunión en Montevideo.
Almagro no participó en la reunión, pero sí recibió a los participantes como representante del país a cargo de la presidencia del organismo regional.
Según Patiño, Samper, Rodríguez, Viera y él analizaron el impacto que pueden tener las medidas que el gobierno de EE.UU. ha tomado en los últimos días con relación a Venezuela, como las sanciones a funcionarios de ese país, y los efectos que pueden tener sobre la paz en la región.
“Se van a aplicar medidas que merecen una reacción inmediata de Unasur y por esta razón nos hemos constituido en esta reunión y esperamos que nuestra acción favorezca a la paz, a la concordia, al diálogo no solamente entre nosotros como estados parte de Unasur, sino también evitar que países extrarregionales pudieran afectar esa tranquilidad, paz y estabilidad de nuestros Estados”, dijo Patiño.
El Gobierno de Obama firmó una ley aprobada por el Congreso con sanciones contra funcionarios venezolanos considerados responsables de violaciones de derechos humanos en ese país.
Esas sanciones incluyen la congelación de activos y la prohibición de emitir visados a funcionarios del Gobierno venezolano.
La decisión tomada en el encuentro es buscar canales que favorezcan el dialogo “directo” entre EE.UU. y Venezuela en el marco del “respeto de los Estados” y el principio de no intervención.
Patiño no precisó cómo serán ese proceso, pero añadió que será oportunamente anunciado cuando esté listo.
A su juicio, la búsqueda de “esos canales de comunicación con el Gobierno de EE.UU.” puede servir “de mucho” para favorecer la paz y la tranquilidad en la región.
La reunión diplomática en Montevideo se da pocos días después de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidiera personalmente al secretario de la Unasur y a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que establezcan un “escudo protector” alrededor de su país para “evitar agresiones”.
“Le pedí ayuda para que (el presidente de EE.UU., Barack) Obama detenga las agresiones, amenazas y pronunciamientos que van en contra de la convivencia y del respeto”, afirmó entonces Maduro.
Samper, por su parte, dijo ese mismo día que cualquier intento de desestabilización que se produzca en una democracia o contra un Gobierno contará con el “rechazo unánime” de todos los países de la Unasur.
En la reunión de hoy en Montevideo “hemos reiterado al gobierno venezolano, en la persona de la canciller, la voluntad de la comisión de cancilleres de Unasur más su secretaría general de seguir contribuyendo al fortalecimiento del proceso democrático y del dialogo en Venezuela”, añadió Patiño.
Por su parte, la canciller venezolana tildó de “muy positiva” la reunión, porque hubo “un intercambio franco” entre los cancilleres, que manifestaron su “disposición” a seguir acompañando a Venezuela en mecanismos de solidaridad y acompañamiento.
“Nosotros informamos ampliamente a la comisión de cancilleres y a Samper de la posición injerencista de los EE.UU. destinada a generar zozobra psicológica en la población venezolana, situaciones de penuria económica”, indicó Rodríguez.
En su opinión, en el encuentro de hoy se reiteró “un apoyo contundente” y un “rechazo” a la aplicación de las medidas unilaterales por parte del gobierno estadounidense.
“Nosotros manifestamos nuestra profunda preocupación de cómo se están dando señales claras por parte de la administración estadounidense incluso más graves que las que vivimos previas al golpe de Estado del año 2002”, sentenció. EFE