Cupido ya tiene listas sus flechas para el Día de San Valentín, una festividad que ensalza al amor pero mira al dinero y que cada año produce nuevas formas de agasajar al ser amado, incluso con cucarachas.
En América Latina, donde se celebra el Día del Amor y la Amistad en otras fechas, la festividad del 14 de febrero no tiene todavía el mismo arraigo que en EE.UU. y Europa y es más que nada aprovechada como reclamo comercial, pero van surgiendo algunas iniciativas originales, aunque todavía lejos de la de un zoológico neoyorquino.
Aunque data de 2011, la propuesta del Zoológico del Bronx para el 14 de febrero no deja de sorprender. Este año, por solo 10 dólares cualquiera puede poner el nombre de su amado o amada a una cucaracha silbadora de Madagascar y de paso ayudar a preservar especies en peligro.
Una vez se le impone al insecto el nombre del elegido, este recibe un certificado como prueba de amor.
En países como Ecuador, Colombia y Guatemala, San Valentín es importante porque genera unas importantes ventas de flores, sobre todo las clásicas rosas rojas.
Solo en Navidad y el Día de la Madre se venden más flores que en San Valentín.
La exportación de rosas guatemaltecas a Estados Unidos y Centroamérica, los dos principales mercados de este segmento productivo, llega a triplicarse para el día del patrón de los enamorados, un mártir romano del siglo III.
Si en un mes normal se venden 200.000 tallos de rosas, para el Día del Amor se pueden comercializar hasta 600.000, aseguró a Efe la gerente de la Comisión de Plantas y Ornamentales de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), Brigitte Obrockla.
Para la industria de la floricultura colombiana, San Valentín sí que es una fiesta, pues por estos días exporta unos 500 millones de tallos, de los que el 75 % tiene como destino final EE.UU.
En Ecuador, otro importante exportador de flores, este año San Valentín se celebró por adelantado con una boda masiva de 22 parejas que dieron el “sí” ante el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
Otros que se han decidido este año por un casamiento a gran escala son los nicaragüenses, que con una boda civil gratuita unirán a 386 parejas en una ceremonia conjunta, en Managua, impulsada por una emisora de radio que organiza estas bodas desde hace doce años.
Sin embargo, las uniones comunitarias ya no son del todo exclusivas para los humanos, ya que en Perú convocaron a través de las redes sociales a un “Pet Valentín”, una boda y espectáculo para perros en la pérgola de El Olivar, en San Isidro.
Con un llamativo anuncio, que reza “¡No te pierdas este sábado la boda y ‘show’ de mascotas, sorteos, premios, y mucho más!”, los responsables aseguran dar otro toque a la “jornada del amor”.
En Guatemala, San Valentín también da trabajo a los recaudadores de impuestos.
La Superintendencia de la Administración Tributaria (SAT) de ese país centroamericano anunció esta semana un refuerzo de su plan de recaudación fiscal en hoteles, moteles y otros establecimientos para parejas.
El superintendente y jefe de la SAT, Omar Franco, le dijo a los guatemaltecos que “exijan su factura” al momento de utilizar los servicios de dichos lugares de hospedaje, muy concurridos el 14 de febrero.
En Cuba, Antonio Guerrero, uno de los tres agentes liberados en diciembre pasado como parte del acuerdo entre La Habana y Washington para restablecer sus relaciones diplomáticas, ha hecho un “regalo especial”, según sus palabras, a todos los cubanos por el Día de los Enamorados.
Guerrero va a presentar en la Feria del Libro que desde hoy está abierta al público en La Habana un disco con versiones musicales y declamaciones de los poemas de amor que escribió durante los años que estuvo preso en Estados Unidos, desde 1998 hasta 2014.
La prensa cubana ha celebrado el “lirismo singular”, la “ternura” y los “sentimientos más íntimos” que expone en sus poemas Guerrero, quien ya ha publicado en la isla otros textos escritos en la cárcel y también ha expuesto obras plásticas creadas en su encierro. EFE