En China, y buena parte de Asia, esta noche acaba el año del caballo y comienza el de la cabra, también denominado de la oveja o del carnero. Como el calendario chino se basa en los crecientes de la luna, y no en el gregoriano que rige en Occidente, su año nuevo cae entre finales de enero y mediados de febrero y recibe también el nombre de Fiesta de la Primavera («Chunyun»). Pero, al igual que ocurre en los países occidentales, la llegada de tan señalada fecha se celebra con copiosos banquetes familiares donde no faltan el pescado, que simboliza la abundancia que se espera para todo el año, ni los deliciosos «dumplings», las tradicionales empanadillas hervidas rellenas de carne y verdura.
Y, como no podía ser de otra manera en el país que inventó la pólvora, la cabra es recibida con una estruendosa traca de petardos y fuegos artificiales, que en esta ocasión han quedado limitados a la noche de fin de año para no agravar con tal humareda la contaminación de Pekín.
A diferencia de los signos mensuales del zodiaco, el horóscopo chino se divide en ciclos de doce años representados por los animales que, según la leyenda, participaron en la carrera para asistir al banquete organizado por el Emperador de Jade. Gracias a su astucia, el primero fue la rata, que engañó al buey al cruzar sobre sus lomos un río y se adelantó así también al tigre, al conejo, al dragón, a la serpiente, al caballo y a la cabra, octavo animal del horóscopo chino. A ella le siguen el mono, el gallo, el perro y el cerdo. Basándose en el «yin» y el «yang» y en los elementos básicos del universo, cada signo está marcado por un ascendente que puede ser de metal (oro), agua, madera, fuego y tierra. A tenor de dichos principios, el año 2015, que para el calendario chino es el 4713, será regido por la cabra de madera.
Según los astrólogos y maestros del «feng shui», los nacidos bajo tal signo son tímidos, introspectivos, caseros e inseguros, pero también generosos, amables e inteligentes. Unas cualidades que los hacen especialmente compatibles con los conejos, cerdos y caballos. A pesar de ser el octavo animal del horóscopo chino, el número de la suerte en este país, a la cabra no se le atribuyen demasiados valores positivos por culpa de viejas supersticiones. Por ese motivo, muchas embarazadas en avanzado estado de gestación han optado por adelantar los partos en las semanas previas al año nuevo para que sus hijos nacieran bajo el signo del caballo, más enérgico y brioso.
Para acabar con este estigma, los medios estatales chinos han recordado que la cabra también ha bendecido a importantes personalidades, como Steve Jobs (1955), el Nobel de Literatura Mo Yan (1955), Nicole Kidman (1967), Julia Roberts (1967), Katharine Hepburn (1907), Mark Twain (1835) o Jane Austen (1775).
Mientras algunos adivinos, como el famoso Sherman Tai, vaticinan un año de «obstáculos y extremos» en el que «seguirán aumentando las diferencias entre ricos y pobres, sobre todo en China», otros, como Lillian Too, ven «grandes oportunidades para hacer dinero y conseguir objetivos» porque la cabra es un signo muy equilibrado. Para tener buena suerte en 2015, los expertos recomiendan una limpieza profunda de la casa e incluso cambiar los muebles de sitio.
Al ser la festividad más importante de China, millones de personas se desplazan para celebrar el año nuevo lunar con sus familiares. Las autoridades esperan 2.800 millones de desplazamientos durante las dos semanas anteriores y posteriores a la Fiesta de la Primavera. De ellos, 300 millones de viajes se harán en tren, sobre todo por parte de los emigrantes rurales que trabajan en las grandes ciudades y regresan a sus hogares en el campo en sus únicas vacaciones del año. Además, el transporte aéreo contabilizará 47 millones de viajes, ya que cada vez son más los chinos de la emergente clase media que aprovechan sus vacaciones del año nuevo lunar para salir al extranjero. A todos ellos, un muy feliz año de la cabra.
Fotos de EFE
Leer mas en: abc.es