Es evidente que una de las tareas pendientes en Venezuela, es justamente impulsar las medidas necesarias que permitan lograr un cambio con humildad y alcanzar que nuestras empresas sean más competitivas. Los indicadores internacionales sobre competitividad, si bien son referenciales, nos muestran que hemos avanzado poco y que nos estamos rezagando con relación a otros países de Latinoamérica y del mundo. Las condiciones actuales en las que se desenvuelven las empresas, en un ambiente cada vez más globalizado, generan mayores exigencias para ser más competitivos. En este sentido es imperativo que se desarrolle y ponga en marcha un Plan Nacional de Competitividad que contemple un conjunto de medidas a ser ejecutadas en el corto y mediano plazo para incrementar la competitividad del país.
Este Plan entendido como el conjunto de acciones consensuadas que son necesarias que el Estado lleve a cabo para que las empresas puedan competir eficientemente, debe ser ejecutado de manera oportuna para que podamos enfrentar con éxito los retos ante la competitividad global de Venezuela.
Ciertamente, el informe 2013 – 2014 de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, señala que la competitividad de Venezuela es baja, en gran parte por sus excesivas trabas para la puesta en marcha de nuevas empresas y altas regulaciones que limitan su eficiencia en los mercados internacionales.
Según este informe la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, se estancaron en el desempeño de su competitividad. Con respecto a Venezuela, el estudio resalta que es el país menos competitivo de Suramérica, ubicándose en el puesto número 134 de 148 países.
Sin embargo, para que todas estas acciones que se deben emprender sean posibles debe cumplirse una condición esencial: Que todos los sectores involucrados en el desarrollo nacional concilien posiciones respecto al futuro de nuestro país. Sólo una vez consensuada esta premisa lograremos encontrar la senda al desarrollo para nuestra amada Venezuela.
Diputado Freddy Paz.
@freddyspaz