La Policía checa sigue investigando hoy la muerte ayer de ocho personas que fueron acribilladas en un restaurante de Uherske Brod por un hombre, supuestamente desequilibrado, que acabó suicidándose, mientras se suceden las muestras de condolencia.
“El motivo está siendo investigado. Se trata de una combinación de motivos personales. Es un misterio por qué eligió precisamente este restaurante”, dijo el fiscal Roman Kafta al diario Mlada Fronta.
“Uhersky Brod está de luto y se pregunta por qué el agresor asesinó”, titula hoy en portada el diario Mlada Fronta.
La Policía asaltó ayer la casa del agresor, de 62 años, en una operación para buscar más armas.
La mujer del presunto asesino se negó a abrir la puerta y fue detenida y trasladada hoy a un centro psiquiátrico.
“La operación (de detención de la mujer) se hizo en presencia de un médico que, en el mismo lugar, diagnosticó el estado de salud de la mujer y acordó su envío a un hospital psiquiátrico”, declaró al diario Právo Pavel Benedikt Stránský, portavoz policial de la región de Zlin.
El ataque se produjo ayer sobre las 12.00 GMT, cuando un hombre armado entró en el céntrico restaurante de esa localidad de 17.000 habitantes y comenzó a disparar de forma indiscriminada contra los comensales con un arma de calibre 9 milímetros.
Ocho personas de entre 27 y 66 años murieron y otra resultó herida de gravedad.
La Policía ha informado de que hubo un intento de negociación con el sospechoso, que no dio resultado, y precisó que los agentes no efectuaron ningún disparo.
“En la operación los policías no hicieron un solo disparo contra el agresor, por lo que el hombre se suicidó”, confirmó el portavoz.
Aunque se desconoce el móvil del crimen, se sabe que minutos antes del ataque el presunto autor del tiroteo llamó por teléfono a la cadena de televisión privada Prima y avisó de sus intenciones.
“Nos dijo que tenía grandes problemas con muchas personas, que muchos le hacían daño y que no tenía otra salida, ya que las oficinas públicas no le ayudan, y que como tenía pistolas lo iba a solucionar a su modo”, según explicó Pavel Lebduska, redactor de la cadena Prima, a la emisora pública Cesky Rozhlas.
Este es el acto de violencia con mayor número de víctimas en el país centroeuropeo en los últimos diez años, y el ministro de Interior, Milan Chovanec, descartó categóricamente que fuera un atentado terrorista.
“Podemos constatar que no se trata de un acto terrorista. El hombre que lo hizo era de aquí, de cierta edad, con más de 60 años”, declaró el ministro.
El responsable de Interior confirmó que el presunto autor del tiroteo contaba con una licencia de armas.
Chovanec se planteó ayer si habría que considerar el número de licencias de armas en el país, que en 2013 era de unas 750.000.
Tanto el primer ministro, Bohuslav Sobotka, como el presidente Milos Zeman, han manifestado sus condolencias a las familias de las víctimas.
Cientos de personas han desfilado en silencio por delante del restaurante donde se cometió el crimen y han encendido velas en recuerdo de los fallecidos. EFE