El promotor de la idea, general Vladimir Padrino, ha hecho silencio marcial por ahora. Su creación establece un nuevo orden de control militar sobre la protesta o cualquier otra expresión pública contra la mala gestión de gobierno, en el que es bien visto que efectivos salgan como “chavistas heroicos” portando armas de fuego en clara persecución de cualquier humano que hieda a disidencia, incluyendo la necesidad de disparar a matar para “evitar cualquier tipo de desordenes y apoyar la autoridad legítima constituida”, que en este es caso defender el gobierno de Maduro de la salvajada de púberes con camisa celeste desarmados que salieron del colegio Agustín Codazzi y decidieron auxiliar a los estudiantes de la Universidad Católica del Táchira que se encontraban heridos de perdigones disparados por agentes del orden público.
La resolución 008610 establece en su artículo 22 “el uso de la fuerza potencialmente mortal, bien con el arma de fuego o cualquier otra arma potencialmente mortal” para evitar por ejemplo que se siga expresando la molestia, el clima de indignación, el hartazgo que generan horas de colas para mendigar productos escasos que son cancelados bajo el azote de una inflación de 68%, sin dólares para suplir nuevos inventarios, sin nuevos empleos, y una corrupción desatada que ha dejado un país saqueado y condenado a la más vil de las pobrezas, incluso a merced del malandraje.
Después de todo esto lo que queda es la represión y las ganas de correr de tanto miedo y esconderse debajo de un carro para que te trague la tierra, pero lamentablemente la resolución permite al efectivo disparar “si este considera que existe una situación de riesgo mortal”, y Kluiverth, el experimento más doloroso de la resolución 008610, terminó cazado por un joven “odiante” armado de balas e insensatez, que disparó a la inocencia desarmada en la cabeza, como a los otros 6 estudiantes que fueron apareciendo como hijos de nadie en montoneras y basureros por ser considerados, sin juicio ni tribunales autónomos, en un país con el Estado secuestrado, enemigos de una revolución en el poder.
En el momento de suscribir la resolución el general Padrino dijo sentirse orgulloso por esa joya que defendía los derechos humanos… pero ¿De quienes? ¿De Kluiverth Roa y los otros 6 estudiantes sin dolientes con los cráneos destrozados? ¿De los presos políticos? ¿De los próximos ciudadanos e hijos de venezolanos a quienes dispararán sin ningún tipo de argumento jurídico? Pues no.
El Defensor del pueblo, Tareck William Saab, que intenta disfrazarse de independiente luego de ser diputado y gobernador por el Psuv, dijo que lamentablemente la resolución ha generado mucha controversia porque no fue explicada debidamente, por lo que inmediatamente hizo una rueda de prensa en la que manifestó su total acuerdo con la resolución por la calle del medio. Después de la muerte de Kluiverth se lavó las manos alegando que el efectivo del PNB, Javier Mora, era indudablemente un asesino. Hoy pide pena máxima, lo que indica que después de “disparar a matar” por la resolución 008610 los gendarmes identificados quedarán pagando por su cuenta por sus delitos, incluso en cortes internacionales.
La ministra del Interior, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, denunció que algunos sectores “quieren darle un matiz represor a la Fanb” tras la publicación de la Resolución N° 008610, en la Gaceta Oficial N° 40.589, la cual autoriza a la Fanb a utilizar armas de fuego en manifestaciones. No conforme con el hecho también se refirió que la muerte del adolescente como un hecho aislado. ¿Aislado del dolor? ¿Aislado del país? ¿Aislado del poder? ¿Aislado de lo que vendrá?
El presidente Maduro constantemente hace un llamado a los chavistas a tomar la calle y defender la revolución. A un año de las trágicas manifestaciones que le costaron la vida a 42 venezolanos, la mayoría estudiantes y manifestantes, saludó la resolución del general Padrino para amedrentar a aquellos que pretenden generar “desordenes”, que es la palabra utilizada contra quienes se quejan de la grave situación que vive el país luego de la destrucción de su aparato productivo.
Sin embargo también optó por distanciarse de las víctimas de esta tragedia del odio. “si algún funcionario, por cualquier razón que sea, encargado del orden público, comete un crimen. Saben ustedes que soy el primero en buscar la orden para detenerlo”. Si es así, ¿por qué inmediatamente amenaza con tomar la calle con los cuerpos represivos y los colectivos armados?
Si los ministros de la seguridad, el defensor del pueblo y el presidente de la República lamentan sinceramente todos estos hechos, por qué no responden a los venezolanos enlutados por la muerte del joven adolescente.
Por ejemplo: ¿Quién le dio el arma mortal al joven efectivo de la PNB? ¿Quién le dio la orden de disparar a su libre albedrío? ¿Las autoridades competentes que mostraron su total acuerdo con esta resolución 008610 no deberían ser responsabilizados por esta tragedia y la de los otros 6 estudiantes como autores intelectuales de esta masacre? ¿De dónde sacó Javier Mora la certeza de que disparar con armas mortales contra los estudiantes que protestan no es un delito? ¿De la resolución 008610? ¿Por qué dejaron solo al policía Javier Mora ahora que pesa sobre la conciencia la muerte de Kluiverth? ¿Seguirá el gobierno avalando la resolución del general Padrino López ó queda sobreentendido que la Fanb y la PNB ya no garantizan la seguridad ciudadana y la vida de los venezolanos? ¿Seguirán los ataques y amedrentamientos de la PNB contra jóvenes incluso contra vecinos y trabajadores? Aquí en el Zulia sobran los ejemplos. ¿Es la PNB la SN de Maduro?
Son dudas en el aire enrarecido.
@damasojimenez