En la teoría de la conspiración roja, EEUU (“el imperio”) es un país de gente muy mala, con presidente que por pardo, debería apoyar a la “revolución”, pero los malos (blancos) lo tienen muy mal informado. Incluso ayer, el inigualable Evo Morales afirmaba que la crisis en Venezuela se debe a una “conspiración” de EEUU. Pero la realidad es otra y terca: Incapaces de producir eficientemente en el casi millar de “fábricas socialistas”, el gobierno de Maduro importa, hasta gasolina, del capitalismo estadounidense. En las gráficas un ejemplo, papel tualé y toallas de papel, importadas por la corporación gubernamental Corpovex y vendidos en los estatales mercados Bicentenario al equivalente a 5,10 dólares y 10,6 dólares respectivamente. (lapatilla.com)