La obligación de servir al pueblo, se deriva de los Principios Generales del Derecho, conforme con los cuales, el poder que ejerce el servidor público, procede del pueblo, que a través de los mecanismos legales establecidos, lo nombra con la misión de servir a su mandante. El pueblo, que es el mandante espera que el servidor público cumpla correctamente su mandato, situación que en Venezuela genera un amplio y variado análisis, opiniones y posturas de lo que ha significado para el País la permanencia en el ejercicio del poder absoluto del llamado socialismo del siglo XXI, que a criterio de la mayoría de los venezolanos ha conducido a la nación por mal camino.
De allí que por definición la palabra “servidor” etimológicamente viene del latín “servus” que significa esclavo. El término “público”, también proviene del latín de “públicus = pópulos”, que significa pueblo. Etimológicamente “Servidor Público” significa “esclavo del pueblo”.
Partiendo de esta conceptualización, quienes formamos parte de la oposición venezolana, tenemos la inmensa responsabilidad de construir democráticamente la estrategia, que permita ofertar un camino de oportunidades y de cambio para lo cual debemos asumir el diálogo, como valor ético de la política y como método para lograr consensos, comprensión, empatía y los acuerdos entre todos los actores políticos que hoy apostamos ganar la mayoría en la Asamblea Nacional, para iniciar el cambio y poder superar el fracaso económico y social, originado por quienes durante dieciséis años han dirigido los destinos de la patria.
Perseverar en el diálogo es importante en una época como la actual, es un recurso de gran valía para evitar que las tensiones que genera la diversidad tengan como resultado la exclusión, la fragmentación y la posibilidad de rectificar donde haya que rectificar y quienes tengamos que hacerlo, para no seguir cometiendo errores causantes de las razones que han atornillado en el poder al chavismo.
Quiero concluir, citando al Periodista Zuliano Lenin Valero, quien escribió recientemente lo siguiente: … “Los momentos de mayor dificultad requieren inteligencia, habilidad y sobre todo, calma y más calma. Si un agricultor ha talado un árbol durante tanto tiempo y se desespera para el momento de la caída, es posible que el árbol caiga sobre él o alguna rama lo tiré igualmente al suelo. Los que talan saben de qué lado hay que ponerse. La oposición venezolana lleva años talando el árbol y el trabajo no le ha sido fácil. Ahora cuando ya ha cavado el 80 %, según las encuestas, sospechosamente comienza a recibir críticas de que la tala no ha sido correcta y que es necesario derribar el árbol a costa de lo que sea. Piensan que el hacha del agricultor ya no sirve, que la MUD no es necesaria o que la oposición no está haciendo lo correcto. Tengamos paciencia, porque pronto veremos pasar la gandola cargando el árbol.” Solo sí, somos capaces de ponernos de acuerdo.
Diputado Freddy Paz
@freddyspaz