El Tribunal Supremo de Italia tiene previsto decidir mañana si revoca o confirma la absolución en apelación del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi por presunto abuso de poder e incitación a la prostitución de menores en el “caso Ruby”. EFE
La sentencia de absolución fue dictada en segunda instancia por el Tribunal de Apelación de Milán en julio de 2014 y apelada por la fiscalía de esa ciudad el pasado noviembre.
Berlusconi, que ya ha cumplido una pena de un año de servicios sociales por fraude fiscal por el conocido como “caso Mediaset”, fue condenado en primera instancia por el Tribunal de Milán en 2013 en relación con el “caso Ruby”.
Este tribunal le consideró culpable de mantener relaciones sexuales con la joven marroquí Karima El Marough, apodada Ruby, cuando esta no había cumplido aún 18 años.
Además, cayeron sobre él cargos por abuso de poder, pues la Justicia milanesa sostuvo que hizo uso de su posición política cuando realizó una llamada a una comisaría de Milán para pedir la puesta en libertad de Ruby, que había sido detenida por un hurto.
Por ello se le impuso, en junio de 2013, una pena de 7 años de reclusión a la que se le sumaba, además, la de inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público.
Pero el antiguo “Cavaliere”, título que perdió tras su condena por fraude fiscal, recurrió la sentencia y fue absuelto el pasado julio por el Tribunal de Apelación de Milán, que determinó que no tenía por qué saber que la joven era menor de edad.
El fallo precipitó la dimisión del propio presidente del tribunal, Enrico Tranfa, que renunció a su cargo en un gesto de protesta sin precedentes en la historia judicial italiana con el que mostró su disconformidad ante la decisión de sus otros dos colegas de la corte.
Ahora será el Tribunal Supremo el que decida si confirma la sentencia absolutoria dictada en segunda instancia o si la revoca, como pide la fiscalía de Milán.
Hay tres opciones sobre la mesa, informan los medios locales. La primera es que el Supremo confirme la absolución en apelación del único condenado, Berlusconi, por los cargos de abuso de poder y de incitación a la prostitución.
En segundo lugar, puede confirmar la absolución para uno de los dos cargos pero pedir que se celebre un nuevo juicio para el segundo de ellos.
O en el tercer caso, puede decidir que se celebre un nuevo proceso de apelación.
Si el fallo es éste, podrían contemplarse en los tribunales los resultados de las investigaciones que están en curso en Milán -donde está abierta una causa por corrupción de testigos-, Bari -donde se investiga a su amigo Giampy Tarantini, acusado de inducción a la prostitución- y en Cerdeña, donde la Justicia investiga a algunas de las chicas que asistieron a sus fiestas.
El pasado 6 de marzo, salieron a la luz algunas conversaciones que mantuvo Berlusconi con su amigo y empresario Tarantini entre 2008 y 2009, y que ahora están en posesión del Tribunal de Bari.
En aquellas conversaciones, Berlusconi reconocía a Tarantini que, en las fiestas que celebraba con mujeres, “el único joven” era este último, mientras que el resto eran “viejecitos” aunque “con poder”.
También confesaba que a lo largo de su vida siempre había tenido un problema: “que las mujeres terminan enamorándose” de él.