Proteger a la población, combatir la guerra económica y poner un punto de equilibrio en el mercado cambiario fueron las promesas del Gobierno con la creación del Sistema Marginal de Divisas (Simadi), anunciado en rueda de prensa el 10 de febrero. Así lo reseña laverdad.com / Daniela García
Pero a un mes del lanzamiento del nuevo mecanismo, sus resultados son tan “marginales” como su nombre, pues aún no concreta la primera liquidación de dólares y los desequilibrios son ahora más marcados.
Para José Guerra, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la fórmula propuesta por el Ejecutivo “fracasó” desde su nacimiento, debido a que solo sirvió para corroborar la inviabilidad del sistema cambiario, devaluar y demostrar que hay escasez de divisas.
“Los antecedentes del Simadi son -los desaparecidos- Sitme (Sistema de Transacciones de Títulos en Moneda Extranjera) y Sicad II (Sistema Cambiario Alternativo de Divisas), y ambos fallaron, por lo que el Simadi nació con el fracaso a cuestas”.
Cuando anunció su lanzamiento, Rodolfo Marco Torres, ministro de Finanzas, prometió que el mecanismo permitiría a personas naturales y jurídicas hacer transacciones en efectivo y por transferencia a través de operadores, casas de bolsa y bancos autorizados, por lo que aseguró un mayor acceso a los dólares y la pérdida de interés en el mercado paralelo.
Pero ni los particulares ni las empresas reciben aún el primer dólar proveniente de las operaciones del sistema marginal. Mauricio Tancredi, presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), asegura que la evaluación del Simadi ya es negativa. “Existen muchas quejas porque no ha habido liquidación de divisas”.
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