La violencia doméstica se ha convertido en una amenaza creciente para mujeres de todo el mundo, ya que sus parejas usan Internet, smartphones y tabletas para acosarlas y seguir sus movimientos, dicen los expertos.
Aunque la tecnología ha presentado diferentes formas de abuso, también han surgido soluciones para ayudar a las mujeres maltratadas que buscan asistencia, dicen los expertos, que urgen a las mujeres a no permitir que el abuso las aleje del uso de Internet y las redes sociales, reseña reuters.
“No podemos permitir que la tecnología se convierta en otra forma de silenciar a las mujeres”, dijo Michaelia Cash, ministra asistente del primer ministro australiano en temas relacionados con la mujer, en una intervención durante la edición número 59 de la Comisión del Estado de la Mujer de la ONU.
Una encuesta australiana a nivel nacional determinó que el 97 por ciento de los trabajadores en la lucha contra la violencia doméstica afirmaron que las mujeres a las que ayudan experimentan abusos facilitados por la tecnología, según Julie Oberin, de la Red para el Servicio de la Mujer de Australia.
Por otra parte, los maltratadores están recurriendo a formas cada vez más agresivas para ejercer un control total sobre las víctimas, por ejemplo la “venganza porno”, en las que los violadores graban videos del abuso para chantajear a las víctimas.
Sin embargo, la tecnología puede y debe ser parte de la solución de la violencia de género online, dijeron los participantes en el grupo de expertos.
En Australia, desarrolladores han creado aplicaciones que ayudan a las mujeres que se enfrentan o están en riesgo de sufrir violencia doméstica a buscar ayuda inmediata a través se sus teléfonos.
La aplicación Aurora, por ejemplo, contiene contactos de emergencia, información sobre violencia doméstica y enlaces a servicios de apoyo del estado australiano de Nueva Gales del Sur.
Oberin dijo que las mujeres no deberían sentirse coartadas para el uso de Internet y redes sociales como Twitter y Facebook, donde tienen lugar muchos abusos.
Si hacen eso, dijo, sería inefectivo y construiría otra barrera para la igualdad de género.
Casi la mitad de los estadounidenses menores de 35 años han sufrido acoso o amenazas online, y las mujeres representaban el 57 por ciento de las víctimas, según un sondeo realizado el año pasado.