El ejecutivo de Andorra se prepara para mitigar la situación que atraviesa Banca Privada de Andorra (BPA), el tercer banco del país, que gestiona 6.000 millones de fondos. El plan pasaría por una rápida absorción a manos de Crèdit Andorrà, según han explicado fuentes financieras del Principado. Una fórmula con la que espera evitar una crisis en cadena que amenaza con llevarse por delante todo el sistema bancario del país, publica elconfidencial.com.
Así se desprende de una cumbre que se celebró este miércoles en Andorra entre los cinco bancos andorranos, representantes del ejecutivo del Principado y el Instituto Nacional de Finanzas de Andorra (INAF), y en la que participaron Crèdit Andorrà, Andbank, Mora Banc, Banc Sabadell d’Andorra y los más interesados, los representantes de BPA. En la reunión se apuntó a que el principal riesgo es que Estados Unidos congele las cuentas de corresponsales en el extranjero de BPA, lo que provocaría el colapso de la entidad. Fuentes de BPA han declinado hacer declaraciones al respecto.
Para evitar el contagio, el organismo regulador andorrano, el INAF, está ultimando elevar el grado de intervención de BPA asumiendo todo el control de la entidad y relevando a la cúpula actual en breve, según han confirmado fuentes financieras ante el temor de que la entidad desaparezca después del informe del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos que acusa a BPA de participar de manera muy activa en operaciones de blanqueo.
En la reunión de este miércoles se planteó a la familia Cierco, que son los propietarios de BPA, que buscasen una solución facilitando la fusión con otro grupo andorrano antes de que la situación sea irreversible.
Además de la congelación de fondos en el extranjero, BPA podría afrontar una sanción multimillonaria de los Estados Unidos a la que no podría hacer frente con su balance actual de 3.348 millones de euros, según las cuentas de 2013, las únicas disponibles en la pagina web de la entidad. Este balance se apoya en unos recursos propios de 217 millones, de los que sólo 70 corresponden al capital.
El INAF ha establecido una fluida línea de comunicación con el Banco de España y el Banco de Francia para solventar esta crisis y ha habilitado un sistema de liquidez para el conjunto de la banca andorrana. La buena noticia de la reunión es que durante el miércoles no ha habido fugas de capitales en Andorra, pero sí que se han retirado de BPA más de cuatro millones de euros, según fuentes financieras. Una de las claves del plan es actuar antes de que el problema se extienda a otras entidades de este enclave de los Pirineos.
Problemas a la vista
Otra de las dificultades que acechan a BPA es que se congele toda su operativa en dólares, lo que afectaría sobre todo a las tres filiales de Panamá: BPA Panamá, banco que opera con licencia de representación; la sociedad BPA Valores y la firma BPA International Trust, dedicada al fideicomiso y que ha reducido su actividad en los últimos años.
En el informe anual de BPA no se específica qué depósitos están fuera de Andorra, pero del total de 1.561 millones que tenía en 2013, un total de 481 millones referenciados en “moneda extranjera”. Esto supone el 31% de sus depósitos. Dependiendo del porcentaje que esté en dólares, cualquier medida del Tesoro de Estados Unidos sería letal para la entidad.
Doble lenguaje
La directora del INAF, María Cosan, calificó este miércoles públicamente la acusación del Tesoro estadounidense de “muy poco precisa” porque no se especifica qué altos directivos habían cobrado comisiones de blanqueadores de dinero como el delincuente chino Gao Ping o el financiero vinculado a la mafia Andrei Petrov, entre otros, según el informe norteamericano.
Sin embargo, de puertas adentro, en la cumbre bancaria andorrana, se ha definido la denuncia de los Estados Unidos de “demoledora” y se ha reconocido que el propio INAF llevaba meses colaborando con el país, por lo que el informe en sí tampoco ha sido tanta sorpresa. Es decir, un doble lenguaje entre lo que se reconoce internamente y lo que se declara de puertas afuera.
Con este panorama el Gobierno del Principado que encabeza Toni Martí está centrado en señalar que se trata de un problema de “malas prácticas” y no de solvencia y se está intentando que el escándalo de BPA no suponga una amenaza para el conjunto del sistema financiero andorrano, que gestiona más de 43.000 millones de euros desde ese pequeño país.