Por Elizabeth Fuentes @fuenteseliz.- El ex presidente de PDVSA y actual Embajador de Venezuela ante la ONU ya no puede ni debe seguir en silencio ante las graves acusaciones que señalan a la empresa que dirigió a su antojo.
El que calla otorga, dice el viejo refrán. Y aunque en materia de guardar silencio y dejar pasar el gobierno de Venezuela se ha hecho un experto, el asunto de la intervención de Banca Privada de Andorra, extendido ayer a Madrid y a su oficina en Panamá, debería generar al menos un comunicado donde se cumpla con las reglas de la más mínima decencia del caso.
Hoy, la prensa española, la de Andorra y Panamá abren sus titulares con el escándalo. Desde la sustitución de toda la directiva en Andorra, la toma del control administrativo de la filial panameña – dónde solo trabajan nueve empleados- , hasta los retiros nerviosos de millones de dólares del banco de Andorra, que ya calculan en 60 por ciento hasta el sol de hoy. Y, casi siempre, ilustrando el caso con la foto de los involucrados en el presunto lavado de dinero que condujo a la crisis.
Toda una verguenza, al menos para el gobierno de Maduro, porque a la hora de ilustrar el lavado de dinero producto de la corrupción, es el rostro de Rafael Ramírez, el Embajador de Venezuela ante la ONU, el que aparece luciendo su casco rojo de cuando dirigiría PDVSA. Hoy, por ejemplo, el diario El Mundo de España, bajo el título de “Conozca a los clientes ‘peligrosos’ que forzaron la intervención de BPA” , publica la foto de Ramírez acompañando a los tres criminales que mantienen la economía de Andorra en jaque. Andrei Petrov-, cabecilla de una organización criminal rusa, detenido por el lavado de 56 millones. El chino Gao Ping, dedicado nada menos que al tráfico de personas y blanqueo de capital, también detenido. Y, vaya compañía, un capo del Cartel de Sinoloa esposado, parte de la organización criminal dedicada al narcotráfico y sobre la cual también se ha descubierto sus nexos con el BPA . De segundo en la lista, Rafael Ramirez y el logotipo de Pdvsa, acompañados de una leyenda lamentable:
“La acción de la FinCen (Red de Persecución de los Delitos Financieros del Departamento del Tesoro) también se refiere a la actividad corrupta de un segundo dirigente del BPA, que aceptó comisiones ‘exorbitantes’ de PDVSA, la petrolera controlada por el Gobierno de Nicolás Maduro y una de las principales fuentes de ingresos del país. Esta “dudosa” actividad consistió en la constitución de empresas ficticias, creación de falsos contratos y productos financieros complejos para extraer fondos de la petrolera venezolana. BPA facilitó el movimiento de aproximadamente 2.000 millones de dólares a través de estas empresas pantalla”.
Y se repite el nombre de PDVSA en los diarios de Panamá y el nombre de Pdvsa en el comunicado público de la Superintendencia de Bancos de Panamá y en las informaciones de la AP y EFE mientras The Wall Street Journal asegura que el banco suizo HSBC ha interrumpido inmediatamente su relación con Banca Privada Andorra, después de que se conociera la investigación. “HSBC se encuentra desde hace semanas en el ojo del huracán por haber asesorado a sus clientes de la filial suiza a evadir impuestos, según su propia admisión. El banco está en el centro de polémicas a raíz del escándalo causado por la revelación de los nombres de los titulares de las cuentas, difundidos por el ex trabajador de la entidad, Hervé Falciani”, lo que permite recordar el caso de Alejandro Andrade y Marco Torres, aun sin aclararse del todo. Mientras la agencia AP vuelve a reportar los detalles de como presuntamente PDVSA habría operado en el BPA:
“El Departamento del Tesoro señaló que un administrador de alto rango de BPA —cuyo nombre no mencionó— aceptó “comisiones exorbitantes” para desarrollar compañías fachada que ayudaron a lavadores de dinero de Venezuela a canalizar aproximadamente 2.000 millones de dólares de Petróleos de Venezuela S. A ( PDVSA) “
Casualmente, ayer el presidente de Transparencia Internacional, el peruano José Ugaz, alertó que la corrupción tiene un impacto negativo en la economía de los países, y alabó los esfuerzos del Gobierno panameño por combatirla.
En su discurso como orador en la inauguración de una exposición de Comercio, Expocomer, Ugaz advirtió que “la corrupción empaña el crecimiento económico porque distorsiona el mercado, resta competitividad y empuja a otras empresas que no están participando en estos actos de corrupción”.
Quizás el gobierno tendrá que recurrir nuevamente a la fundación de Monedero e Iglesias, para ver cómo atenúan el impacto negativo en los negocios y relaciones de la estatal PDVSA, cuando su nombre aparece al lado de una lista de criminales de alto octanaje.
Publicado originalmente en KonZapata