La Asamblea Nacional venezolana debe aprobar el domingo los superpoderes “antimperialistas” reclamados por el presidente Nicolás Maduro para enfrentar a Estados Unidos, que la semana pasada declaró la situación política en Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria”.
El Legislativo se reúne en sesión extraordinaria el domingo, un día después de la realización de lo que se anuncia como vastos ejercicios militares ordenados por Maduro para exhibir el músculo de las Fuerzas Armadas venezolanas para desalentar lo que el gobierno califica como riesgo de intervencionismo militar.
“Voy a solicitar una ley habilitante antimperialista para prepararnos para todos los escenarios y en todos ganar y en todos triunfar con la paz”, clamó Maduro la noche del lunes luego de que el presidente Barack Obama firmada un decreto que señala a la situación en Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” a la seguridad de Estados Unidos.
El decreto de Obama incluye sanciones contra siete funcionarios venezolanos a los que se les impedirá ingresar a Estados Unidos y se les congelarán sus bienes en ese país.
La noche del martes, Maduro ya estaba en la Asamblea Legislativa para solicitar los superpoderes que le permitirían gobernar por decreto durante seis meses para proteger a Venezuela, dijo, “contra la injerencia de otros Estados en asuntos internos de la República, acciones belicistas o cualquier actividad externa o interna que pretenda violentar la paz”.
Las denominadas “leyes habilitantes”, solicitadas por presidentes venezolanos para gobernar por decreto, requieren de dos votaciones y la Asamblea Nacional, dominada ampliamente por el oficialismo, dio trámite a la primera en una discusión la madrugada del miércoles.
Maduro obtuvo a finales de 2013 una habilitante para combatir lo que define como “una guerra económica” de la oposición y durante un año sancionó una cuarentena de leyes pero al mismo tiempo las cifras económicas de Venezuela siguieron en franco deterioro.
-Riesgos –
Analistas han señalado el riesgo de que la “ley habilitante antimperialista” sea utilizada por el gobierno para cerrar espacios de movilización política en un año en que se celebran cruciales elecciones legislativas, a las que el chavismo llegaría con unos 20 puntos de desventaja ante la oposición, según las encuestas.
Para el internacionalista y catedrático universitario, esta habilitante “es sumamente peligrosa” porque el presidente podría legislar sobre libertades individuales, enunciadas como “garantías individuales constitucionales para ser un muro de contención ante los abusos del poder”.
“Estaríamos en un estado de excepción disimulado, una caja de Pandora donde empiezan las persecuciones a los que se consideren aliados del imperio, de Estados Unidos”, dijo a la AFP.
“La jugada parece obvia (…) crear un clima apropiado para un estado de excepción”, comentó de su lado a la AFP el politólogo John Magdaleno, quien incluso no descarta la suspensión de las elecciones.
En las calles, partidarios del chavismo se movilizan casi a diario “contra el imperialismo” en pequeños grupos mientras que el venezolano común sigue en la diaria búsqueda de alimentos, medicinas y productos que han desaparecido de los anaqueles resultado de la aguda escasez que golpea a Venezuela y a la que se suma una alta inflación, el desplome del PIB y déficit fiscal desatado.
“¡Obama, yanky go home, fuera de Venezuela, somos libres y estamos dispuestos a defender esta patria aún si es necesario con nuestra propia vida!”, clamaba Ardelis Barreto en una manifestación el jueves.
Las relaciones entre Washington y Caracas se han visto salpicadas de momentos de gran tensión desde la llegada al poder de Hugo Chávez (1999-2013) en Venezuela, que impulsó el llamado socialismo del siglo XXI.
Ambos países retiraron a sus embajadores en 2010 y Maduro en dos años ha expulsado a ocho diplomáticos de Washington acusados de intervencionismo y días atrás impuso obligatoriedad de visas para estadounidenses que viajan a Venezuela.
Maduro ha denunciado también supuestos planes de magnicidio y golpes de Estado en su contra con participación de Estados Unidos, pero sin presentar mayores pruebas.
A pesar de las tensiones, Estados Unidos sigue siendo el principal cliente del petróleo venezolano y de los pocos que pagan con dinero líquido. AFP