Un tiro a quemarropa en el cuello, producido por un arma de alta potencia, acabó con la vida y los sueños de Juan Ramón Bastardo Hernández, de 19 años, cuando se encontraba con un grupo de amigos departiendo en una fiesta. Así lo reseña eltiempo.com.ve / Sol Vargas García
El suceso ocurrió la madrugada del domingo, a eso de las 2:30 am, en una vivienda situada en la avenida Principal, cruce con la calle 27 Norte del sector 25 de Mayo de El Tigre, cerca de la empresa Velinca.
Según relató Elissette Díaz, tía de la víctima, el sábado a las 10:00 pm, el muchacho estaba en su casa ubicada en la décima carrera del sector Pueblo Nuevo Sur. Cuando veía televisión, acostado en su cuarto, una mujer fue a buscarlo para invitarlo a la velada.
Al parecer, Juan Ramón no tenía ganas de ir, pero la chica insistió tanto que no le quedó otra que aceptar.
Su mamá Solandy Hernández se molestó y le reclamó al tercero de sus cinco hijos por la decisión de salir a esa hora y con gente que ella no conocía.
Sin embargo, Juan no le hizo caso, se bañó, vistió y se fue.
A las 3:40 am, Solandy recibió una llamada al celular notificándole, sin mayores detalles, que lo habían matado.
Una asistente a la celebración, que prefirió mantenerse en el anonimato, comentó que había surgido una discusión en el sitio por motivos que no reveló.
Las personas que habían llegado junto con Juan Ramón, decidieron irse, pero él se negó a hacerlo porque estaba cortejando a una joven.
Luego, Bastardo fue atacado por un hombre que, sin mediar palabras, le disparó a una corta distancia y luego huyó. Bastardo cayó al suelo y después lo arrastraron hasta la vía para pedir ayuda a taxistas que pasaban por allí, pero nadie se atrevió a detenerse.
“Estuvo 40 minutos agonizando. Se limitaba a mirar fijo a un amigo conocido como ‘el negro’, y con frases entrecortadas le suplicó que no lo dejara morir”. dijo la declarante.