¿Se está perdiendo el humor en América Latina?. Esta es la pregunta sobre la que conversaron en Washington el caricaturista ecuatoriano Xavier Bonil y la dibujante venezolana Rayma Suprani, que denuncian el deterioro de la libertad de expresión en sus países.
Cristina García Casado/EFE
“Los gobiernos han perdido el sentido del humor, que es el sentido de la democracia por definición. Cómo ha pasado, cuándo ha pasado”, planteó el argentino Héctor Schamis, profesor en la Universidad de Georgetown y columnista del diario español El País, que moderó la charla en la sede de Freedom House.
Bonil y Suprani relataron este miércoles su experiencia como caricaturistas incómodos para el poder pero determinados a seguir usando su lápiz como símbolo de resistencia.
“El humor es la manera de descolocar a los poderosos. En 2014 fue una piedra en el ojo para el presidente Rafael Correa en Ecuador, que no ha sabido manejarlo”, consideró Bonil, cuyas tiras cómicas en el periódico “El Universo” han sido objeto de sanciones del Gobierno.
El atentado yihadista contra el semanario satírico francés “Charlie Hebdo” en enero “marcó un punto de inflexión”, apuntó Suprani, despedida del diario venezolano “El Universal” tras 20 años de trayectoria por una caricatura crítica con el fallecido expresidente Hugo Chávez y la salud en el país.
“Los que dicen que a los dibujantes del semanario francés ‘se les iba de las manos’ actúan como los que acusan a la mujer que lleva minifalda de tener la culpa de su violación”, esgrimió la caricaturista.
“Ese es un esquema mental muy peligroso. Porque la democracia consiste en ganar espacios de libertad. El humor no tiene límites, existe para vencer los límites”, añadió Bonil.
Los dos dibujantes desgranaron durante hora y media su visión y experiencia sobre el humor frente al poder en un coloquio titulado: “La caricatura en tiempos de autoritarismo”.
“Autoritarismo es el régimen político donde no es posible burlarse del poder”, definió Schamis.
“El dogma se está mudando a la política, los presidentes quieren ser Mahoma”, apuntó Suprani, quien aseguró que un semanario tan irreverente como el “Charlie Hebdo” sería “impensable” en Venezuela y, en general, en todo América Latina.
“Los humoristas somos las palomas que quitamos el brillo al bronce de sus monumentos”, señaló Bonil.
A pesar de las dificultades que ambos afrontaron para hacer su trabajo por su posición crítica con el poder, coincidieron en que el humorismo es un compromiso, una apuesta, una manera de moverse por la vida.
“Es muy difícil publicar con libertad en un país donde el 90 por ciento de los medios han sido comprados por el Gobierno, pero la historia nos demuestra que las mejores revistas de humor han salido siempre en momentos difíciles”, dijo Rayma.
La caricaturista destacó además las posibilidades que ofrecen Internet y las redes sociales, mientras que Bonil remarcó precisamente que cuando se habla de restricción de la libertad de expresión hay que pensar también en la que se ejerce en los foros no tradicionales.
“Es fundamental que fuera de nuestras fronteras se sepa lo que está ocurriendo en nuestros países. Lo que están haciendo en Ecuador es ‘podar la maleza'”, sostuvo Bonil.
Tanto Ecuador como Venezuela no reciben el aprobado a la libertad de prensa en el último informe de Freedom House, una organización con sede en Washington dedicada a la defensa de la democracia y los derechos humanos en el mundo.
En la puntuación sobre libertad de prensa, Ecuador recibe un 62 en una escala del 0 al 100, de mejor a peor.
Venezuela obtiene un resultado aún más negativo, 78. EFE