Daniela Romero Barrios desconoce exactamente cuánto mide. Puede que cada día se haga más pequeñita a sus 28 años. Nació con osteogénesis imperfecta, un trastorno que se caracteriza por una fragilidad excesiva de hueso.
Ella tampoco lleva un historial de las veces que la han enyesado. “No me pidas cifras que no me va bien con las matemáticas”, dice risueña la hija del medio de Jesús Romero y Milenis Barrios.
Por Luis Aguirre / Panorama.com.ve
Y de inmediato la mamá toma la palabra para explicar que tuvo un embarazo normal. “Nos enteramos que había tenido una niña de cristal justo en el parto. Prácticamente yo la tuve en una camilla en el Hospital Adolfo Pons. Al nacer, Daniela no dejó de llorar porque sin querer los médicos en su faena cuando la tomaron por las piernas le ocasionaron su primera fractura. Por suerte, por esos días se realizaba un congreso de neonatólogos. Entre los especialistas se encontraba la doctora Eleonora de Schlesinger, quien había escuchado que una niña de apenas 41 centímetros lloraba sin parar desde que nació y pidió reconocerla. Fue hasta el retén y le miró las pupilas”.
Daniela tenía la esclerótica azul (en la parte blanca de los ojos), uno de los síntomas de la osteogénesis imperfecta. Entonces la enviaron inmediatamente a los rayos X y presentó fractura en un brazo y en una pierna. Su primera semana de vida permaneció hospitalizada. Los médicos no querían darla de alta porque su mamá era muy joven, apenas tenía 18 años y dudaban si realmente le prestaría los cuidados necesarios. La bebé era muy frágil.
La familia Romero Barrios tuvo que adecuar su casa, ubicada en la urbanización San Felipe, en el municipio San Francisco, para que Daniela creciera sin tanto sufrimiento y dolor.
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