El gobierno de Venezuela sí se ha convertido en una amenaza seria no solo para EEUU sino para buena parte del mundo occidental.
Amenaza por ser un gobierno que viola los derechos humanos. Así lo plantea el decreto de Obama que señala con nombre y apellidos a los sietes altos funcionarios del orden público y penal venezolanos responsables por los muertos y heridos, aprensiones y torturas cometidos durante las protestas del 2014.
Amenaza como lo señala la DEA por el tráfico de estupefacientes desde Venezuela hacia Europa y EEUU en aviones y barcos. La reciente retención de un avión en República Dominicana con 430 paquetes de cocaína o el descubrimiento del alijo de 1,3 toneladas en el avión de Air France el año 2013 por citar dos casos relevantes.
Amenaza como lo señala el Departamento del Tesoro por el lavado de dinero en una cifra de $4.200 millones efectuado por funcionarios e instituciones venezolanas como ha podido conocerse con la intervención del Banco de Andorra y su filial en España el Banco Madrid. Incidente donde aparece involucrada nada menos que nuestra empresa estatal Pdvsa. Señalamientos que el expresidente de la empresa Rafael Ramírez actual embajador de Venezuela en las NNUU está en el deber de aclarar a la opinión pública.
Amenaza como bien lo describe el FBI y otros cuerpos de inteligencia por las conexiones de altos funcionarios del gobierno como el actual gobernador de Aragua Tareck El Alsaimi por suministrar pasaportes venezolanos a grupos terroristas islámicos (Hamas y Hezbollah) que cuentan así con documentos oficiales del país para cometer sus atentados y crímenes, Todavía están frescas las informaciones de los nexos del gobierno venezolano con los jefes de las Farc, revelados en las computadoras de Raúl Reyes en el 2010.
Amenaza como ha quedado demostrado que el gobierno venezolano ha violado las resoluciones de NNUU contra Irán por sus intenciones de poseer armas nucleares o contra el gobierno sirio por sus violaciones contra los derechos humanos. Hace tan solo unas semanas la prensa internacional informaba sobre cómo el gobierno venezolano suministraba de forma clandestina uranio a su congénere iraní. Mientras que el gobierno venezolano admitió la entrega de combustible a Siria en franco desacato contra los acuerdos internacionales.
Claro que con su cinismo habitual el gobierno de Nicolás Maduro ha pretendido mostrar que el gobierno norteamericano prepara una invasión contra Venezuela y su pueblo. Incluso ha llegado a exigir a alumnos en escuelas públicas, tal como han denunciado sus padres y representantes, que escriban cartas contra Obama por sus “acciones criminales”.
El presidente Maduro cometió peculado cuando mandó, una carta pagada con dineros de la nación, al New York Times exigiendo al gobierno de Obama que se retracté de sus acusaciones contra venezolanos “honorables”. ¡Podrá conocerse tamaño descaro!
El gobierno venezolano apoyado por Unasur y el Celac, organismos creados y apoyados con recursos venezolanos, pretende convertir la próxima Cumbre de las Américas a celebrarse en Panamá en un enfrentamiento entre David (Venezuela) y Goliat (EEUU) desvirtuando así el verdadero propósito de la reunión según su agenda: Fortalecer la democracia y la gobernabilidad y reducir la pobreza y la desigualdad materias en los cuales el gobierno sale reprobado sin justificación alguna.
Venezuela y su pueblo no son amenaza para EEUU, quien sí es una amenaza, es su gobierno forajido,
Juan Antonio Muller
Juaamilq249@cantv.net