#1 Escribe
Otro buen consejo para aumentar tu inteligencia emocional es escribir tus ideas y sentimientos. Poner en palabras una emoción es racionalizarla, y una emoción racionalizada es mucho más manejable. No importa cómo lo hagas, intenta describir con palabras las sensaciones que te vienen a la mente. Es un excelente ejercicio desde todo punto de vista, no solo en cuanto a la inteligencia emocional. También favorece otro tipo de inteligencias como la lingüistica, por ejemplo, y la inteligencia interpersonal.
#2 Pregúntale a alguien cómo te ve a tí anímicamente
Probablemente sea el mejor de los consejos de esta lista que publicó el portal depsicología Psychology Today. A veces uno no puede juzgar por sí mismo su estado emocional y lo mejor es preguntarle a alguien cercano cómo cree él que estás tu. Es un ejercicio muy interesante ya que por un lado sirve como ejercicio para fortalecer la empatía, y por otro lado siempre sirve tener una segunda opinión sobre nuestras dudas, temores y sentimientos.
#3 Relaciona tus pensamientos y emociones con las expresiones de tu cuerpo
La naturaleza del cuerpo humano es maravillosa. Todas las funciones corporales están de alguna forma vinculadas a nuestro estado emocional. Cuando no pasamos por un buen momento de salud nos sentimos asustados y deprimidos. Y lo mismo sucede en sentido contrario, cuando tenemos pensamientos que nos apenan, estos afectan nuestro estado de salud. Intenta conocerte un poco mejor en este sentido.
#4 No juzgues tus pensamientos y emociones demasiado rápido
No seas tan duro contigo mismo, al menos no tan rápido. A veces una persona puede sentir vergüenza o pena por tener un pensamiento que no puede controlar. Bien, déjalo que madure y luego podrás manejarlo mejor. Date a vos mismo el tiempo necesario para trabajar tus emociones y no dejes que los demás te avergüencen o presionen.
#5 No eludas los pensamientos negativos
Está bien concentrarse en las cosas positivas de la vida, pero también es importante prestar atención a los pensamientos negativos. Darles cierta importancia nos ayuda a controlarlos y eventualmente eliminarlos de nuestro cerebro. Además, estos pensamientos no están solo en nuestra cabeza, normalmente aluden a problemas reales y debemos aprender a manejarlos.
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