El primer punto de la plenaria de la Asamblea Nacional (AN) de este martes, se convirtió en una “exposición” de lo que a la mayoría del Psuv se le dio por denominar como: patriotismo, contra falsos patriotas.
Janet Yucra M.
Y es que la diputada Blanca Eeckhout propuso y se aprobó, hacer un debate para apoyar la carta del presidente Nicolás Maduro al mandatario estadounidense Barack Obama, para que derogue el decreto que declara a Venezuela como “una amenaza”.
El careo duró más de dos horas y se caracterizó porque solamente intervinieron dos diputados de la oposición, frente a 10 del Psuv. Esto ocurrió cuando el diputado por el Táchira, Abelardo Díaz (Copei), al inicio de su discurso, dijo que él no iba a firmar esa carta, porque se trataba de un “acto de falso patriotismo”. Aclaró que no estaba de acuerdo con “ningún acto de injerencia de ningún estado sobre Venezuela”, pero también enfatizó que le gustaría firmar una carta que ratifique la soberanía de Venezuela sobre el Esequibo o una que derogara los acuerdos con Cuba o China.
Las palabras de Díaz enardecieron a los invitados especiales al hemiciclo e hizo que el presidente de la AN, Diosdado Cabello, amenazara con cortarle el sonido, si se negaba a tocar el tema del debate. Como Abelardo Díaz insistió en su punto, Cabello simplemente le quitó su derecho de palabra. Diputados de la Mesa de la Unidad reclamaron, pero Cabello ratificó que Díaz estuvo “fuera de orden”.
En consecuencia y como medida de protesta, la MUD retiró los derechos de palabra restantes.La actitud de Cabello se produjo minutos después de que su colega Eeckhout aseguró que en el oficialismo “no somos sectarios”.
“Esta carta de nuestro presidente Nicolás Maduro, invoca a Guaicaipuro, José Leonardo Chirinos, a Bolívar, es nuestra palabra de paz en el mundo, es nuestra palabra de dignidad y soberanía, no respondemos con las armas del enemigo, nuestro poder no está en la fuerza brutal de la violencia, nuestro poder está en el amor, la vida, razón, justicia, ése es el poder más grande, es el poder que inspira al pueblo venezolano”, aseguró Eekhout, durante su discurso.
Por su parte, Cabello abonó diciendo que a “la derecha la historia no le perdonará su traición (…) Nosotros vamos a firmar contra el decreto de Obama y en defensa de la soberanía de todos. Rechazamos el intervencionismo imperial”.
Tras este discurso, el presidente de la AN anunció que, uno a uno, los diputados serían llamados al presidium para firmar la carta. “Firmó por la patria”, decía Cabello cuando un colega del Psuv se acercaba a estampar su rúbrica. “No firmó por la patria”, replicaba cuando llamaban a los parlamentarios de la Unidad, quienes se quedaron en sus lugares. Quienes sí firmaron fueron los diputados de Alianza para el cambio, al cual pertenecen Ricardo Sánchez y Carlos Vargas. Por cierto que Sánchez, quien se sumó a la recolección de los 10 millones de firmas, anunciada por Maduro, informó que “muy pronto otros factores de la oposición se sumarán a esta campaña”.
Banco de Andorra
El diputado por la Mesa de la Unidad, Julio Montoya, solicitó a la plenaria que se abra una investigación sobre el caso de lavado de dinero a través del Banco de Andorra, en el cual estarían implicados varios funcionarios y ex funcionarios del Gobierno Nacional. El Psuv negó el debate en la plenaria, pero Pedro Carreño, presidente de la comisión de Contraloría, invitó a Montoya a acudir a la instancia a presentar la denuncia, solamente si presentaban pruebas verdaderas de esas denuncias. “Que no presenten un recorte de periódico”, dijo Carreño.
Calificó al diario El Mundo de Madrid, de ser “una cloaca” de la prensa española, en referencia a que fue en este rotativo que se publicó la información sobre la presunta implicación de los venezolanos. “Se hará una investigación siempre y cuando se presenten pruebas fehacientes de tal irregularidad y se compruebe que hubo lesión al patrimonio nacional”, aseguró. Sin embargo, Carreño aclaró que “el verdadero objetivo de esta denuncia es atacar al nervio y motor de la económica venezolana, como lo es Pdvsa”.
Dijo que las acusaciones “forman parte de la arremetida contra la revolución bolivariana” y que al final lo que se busca es “congelar los bienes de la industria petrolera venezolana y pasar de un bloqueo silencioso a uno activo, argumentando que si esta industria sirve para blanquear capitales no puede movilizar dinero”.