La periodontitis es una enfermedad infecciosa que afecta los tejidos de protección y soporte de los dientes, los cuales son: encía, cemento, ligamento periodontal y hueso. Esta patología comienza por lo general con gingivitis, una inflamación de las encías, la cual al no ser tratada a tiempo, afecta al hueso de soporte de los dientes; esto puede generar que los dientes se aflojen e incluso ocasionar la pérdida de piezas dentales.
La causa principal de la periodontitis es la placa dental; un acumulo de resto de alimentos y bacterias, que se depositan en la superficie de los dientes cuando no tenemos una buena técnica de cepillado. La placa bacteriana se forma luego de consumir alimentos, y si dejamos que reposen sobre la superficie de los dientes, con el tiempo y con los minerales de la saliva, se va calcificando, formando lo que conocemos como cálculo.
El cálculo, junto con la nueva placa bacteriana que se sigue depositando, son los que producen en estado inicial la gingivitis. Seguidamente, si este cálculo no es removido y se sigue acumulando, se produce la reabsorción del hueso, y por consecuencia, la movilidad de los dientes.
La Doctora Carolina Rodríguez, odontóloga de TuOdontóloga.com explica: “Los pacientes pueden detectar esta patología en su fase inicial, a través del sangrado al cepillarse, a veces sangrado al comer, y por el aspecto de las encías: se ven rosadas, aumentadas de tamaño y brillantes. Cuando pasa al estadío de periodontitis hay otros signos diferentes: el paciente puede sentir que se le aflojan los dientes, incluso perderlos. Además produce mal aliento de forma permanente”.
Por otra parte, la doctora Beatríz Redondo, también odontóloga de TuOdontóloga.com, aclara: “El principal tratamiento debe ser la higiene bucal, limpiezas dentales profesionales, y en caso donde el irritante esté por debajo de la encía, se realizaría una higiene más profunda mediante el raspado y alisado radicular. Otro parte importante del tratamiento, es enseñar la técnica de cepillado con métodos auxiliares -hilo dental, cepillo interdentario, enjuague bucal- y control de la placa dental, a través de limpiezas periódicas cada tres a seis meses”.
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