El copiloto de Germanwings aceleró repetidamente el avión a tiempo que utilizó el piloto automático para hacer que el A320 descendiese hacia los Alpes, dijo el viernes la agencia francesa de investigación de accidentes aéreos (BEA). AP
El nuevo y estremecedor detalle proporcionado por la BEA se basa en la lectura inicial de los parámetros de vuelo registrados por una de las “cajas negras” de la aeronave, que fue hallada ennegrecida y enterrada en la zona del choque el jueves.
Esto refuerza las sospechas iniciales de los investigadores de que el copiloto Andreas Lubitz destruyó intencionadamente el avión — aunque los investigadores siguen intentando averiguar el motivo. Las 150 personas que iban a bordo del vuelo 9525 entre Barcelona y Dusseldorf fallecieron tras el choque del 24 de marzo.
La BEA explicó que una lectura inicial de los datos mostró que el copiloto activó el piloto automático para poner el avión en descenso y que durante la bajada ajustó repetidamente el dispositivo para acelerar el avión. La agencia sigue estudiando los datos registrados por el dispositivo para tener más detalles de lo ocurrido.
En base a las grabaciones de las conversaciones de cabina de la otra caja negra, los investigadores sostienen que el copiloto Andreas Lubitz se encerró dentro de la cabina impidiendo el acceso del piloto y estrelló el avión intencionadamente.
Lubitz estuvo buscando información sobre métodos de suicidio y la puerta de seguridad de la cabina en la semana previa al incidente, dijeron fiscales el jueves — la primera prueba de que el fatal desenlace del vuelo 9525 podría haber sido un acto premeditado.
La fiscalía alemana había revelado que los registros médicos de Lubitz previos a obtener su licencia de piloto refirieron “tendencias suicidas” y Lufthansa, la empresa matriz de la aerolínea de bajo coste Germanwing, dijo que hace seis años tuvo conocimiento de que sufrió un episodio de “depresión severa” antes de terminar su formación.
En Marsella, el fiscal Brice Robin destacó la convicción de los investigadores franceses de que el copiloto estuvo consciente hasta el momento del impacto, y que pareció haber intervenido en varias ocasiones para evitar que sonase la alarma de velocidad elevada.