En Venezuela cada día está más claro que lo que estamos viviendo es una economía de guerra y no una guerra económica como ha querido hacer ver el gobierno nacional, para exculparse de este gran fracaso no sólo en materia económica, sino política y social que nos tiene al borde del abismo, porque cada día los venezolanos vivimos en cuerpo y alma, los embates de la escasez, del desabastecimiento y de la inflación, que hace mella en toda la población sin distingo de ideología, condición social, raza o credo. Todos a excepción de los enchufados y de los jerarcas de esta revolución roja, estamos pasando por el peor momento de la historia contemporánea de nuestro país.
Muchos han sido los planes anunciados por el gobierno para disimular la grave crisis que hoy vivimos, pero por más mecanismos que coloquen para restringir las compras, el problema no es precisamente de acaparamiento, sino de escasez y desabastecimiento en todos los productos de la cesta básica, de medicinas, de repuestos para vehículos, de productos de aseo personal y otros, que no son un lujo, sino una necesidad.
No obstante, y a pesar del gran caos para adquirir productos y la peregrinación diaria para comer, toda la red de comercialización pública y privada, ha sido obligada a partir de esta semana, a expender los productos por terminales de cédula de identidad a través de máquinas capta huellas, como que si con esta humillación, van a rendir y estirar los pocos productos que hay, porque los anaqueles están vacíos y vuelvo y repito, no es porque tenemos más dinero y comemos más o porque somos unos acaparadores, sino simplemente porque aquí no hay producción, acabaron con las empresas productivas y como ñapa, Giordani denunció que sus compañeros de partido, se robaron más de 25 mil Millones de Dólares en tan sólo un año, y que eran precisamente para importar comida, medicinas, repuestos y otros artículos de vital importancia para la vida diaria de la gente.
Recientemente, la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), ha anunciado el incremento de 72 productos en diferentes rubros, como la pasta y el aceite comestible, (cuyo incremento se estima en más del 200%) , lácteos, cárnicos, alimentos para animales, vehículos, tarifas de pasajes aéreos, baterías, lubricantes, mensualidad en las universidades, construcción, servicios de salud privados y tarifas telefónicas, entre otras, pero con estos incrementos no van a sincerar la economía del país, sino que por el contrario, van a incrementar la inflación y la escasez, porque para nadie es un secreto, que aquí se paga hasta cuatro veces el precio del valor de productos de la cesta básica y el gobierno no hace nada serio para enfrentar este problema. El año pasado, en el sector alimentos 10 productos fueron regulados, en el caso de higiene personal y cuidado del hogar 15, electrodomésticos y estacionamientos fueron ajustados, y eso no impidió la escasez de los mismos y el alto costo, porque aquí estamos trabajando con el dólar paralelo desde hace mucho tiempo, y el gobierno cree que el pueblo es tonto y lo puede manipular.
Todos recordarán, como derrochando grandes cantidades de dinero en show mediáticos y asignando presupuestos millonarios a organismos como el Sundde, el gobierno dijo que enfrentaría la guerra económica existente en el país, a su juicio causante del gran descalabro que hoy enfrentamos, y se habló de un alto contrabando de extracción cercano al 40% de la producción nacional, y se giraron instrucciones en cadena nacional al Sundde, a las zonas de Defensa Integral (Zodi) y al Comando Estratégico de las Fuerzas Armadas (Ceofan), para activar el Plan Contrabando Cero, pero qué lograron con esto. Algunos decomisos realizados a unos cuantos “chinitos Recadi”, específicamente y según cifras manejadas por el gobierno, se incautaron 23. 397 toneladas de alimentos en todo el país, pero el grueso del asunto, jamás se solventó, porque se trata de algunos funcionarios del Estado y cuerpos de seguridad involucrados en este nuevo negocio de la revolución, llamado Bachaqueo.
Aquí se cambian ministros de Alimentación en cada escalada de la crisis, y luego y después que pasan unos días, vuelve la dinastía Osorio a manejar algo tan importante para cualquier país como es la seguridad alimentaria. Pero estos señores fracasaron, no han dado la talla para el compromiso que les fue encomendado, pero Maduro en una especie del Síndrome de la Mosca, sigue dándose golpes contra el espejo, tratando de culpar a otros, cuando este desastre es causado por todas estas políticas erradas y demagogas implementadas y por los altos niveles de corrupción, que nos ubican como el país más corrupto del mundo.
Entonces, y frente a todo este panorama desalentador, el gobierno apela a cortinas de humo como guerra económicas, magnicidios, invasiones, Golpes de estado, para distraer la atención de la peor crisis económica, política, social y moral del hemisferio, me atrevería a decir, porque países que en tiempos pasados, dependían de nuestra economía, hoy se han alzado y han encontrado su propia autonomía económica, mientras Venezuela está en un atolladero histórico.
Hoy vemos con estupor como Maduro, en un ejercicio de cruel manipulación, exige y obliga a funcionarios públicos y al pueblo más humilde este país, que usa la red Mercal y Pdval, a firmar contra las sanciones del gobierno de Estados Unidos, contra siete funcionarios del Estado venezolano que vulneraron los derechos humanos de otros venezolanos, incluso proporcionándoles la muerte. Yo me pregunto, será que con estas firmas nos devolverán la soberanía del Esequibo, el petróleo que nos han robado, acaso aparecerán los 25 Mil Millones de Dólares que se robaron producto de negociaciones fraudulentas entre altos funcionarios de Cadivi y el Seniat, será que con esta firma, desaparecerán las colas y llegarán los alimentos a todos los comercios públicos y privados del país. Pues no, esto es una táctica dilatoria de Maduro para mantenerse en el poder a como dé lugar.
Los venezolanos no queremos más show, queremos solución a todos estos problemas que hoy acaparan la vida diaria del venezolano. Es por ello, que en los días por venir, tenemos una oportunidad histórica para desenmascarar toda esta estrategia vil y humillante contra el pueblo venezolano, y en un ejercicio de verdadera unidad nacional, acudir masivamente y participar en las elecciones parlamentarias de 2015, porque sólo desde ese escenario, lograremos con fuerza y pie de plomo, poner orden a todo este desastre histórico que nos ha traído la revolución, y dar paso a un país de unión y verdaderas transformaciones. Fe Venezuela, con unión lograremos todos los cambios y transformaciones que merecemos.