Para muchos es difícil comprender cómo es que una enfermedad dermatológica como la psoriasis, puede provocar daño articular severo, capaz de dejar al paciente casi inmovilizado. La Reumatóloga, Luisa Mariela Franco, desenmarañó el peculiar mecanismo de acción de esta patología que afecta el sistema inmunológico y envía señales alteradas que aceleran el ciclo de crecimiento de las células de la piel y provocan la inflamación en las articulaciones.
“La psoriasis es una afección autoinmune. El propio sistema inmunológico reacciona contra células del mismo organismo. Los linfocitos, que normalmente son las células de defensa, se activan en forma acelerada e inician la liberación de sustancias que perpetúan la inflamación no sólo en piel, sino también en las articulaciones”, explicó la doctora.
“Hasta 30% de pacientes con psoriasis pueden desarrollar artritis psoriásica. El riesgo se incrementa en quienes tienen mayor tiempo de evolución de la enfermedad y también tienen mayor riesgo de desarrollar artritis aquellos pacientes con lesiones en cuero cabelludo, uñas y región anal o perianal. Otros factores de riesgo son: la obesidad, diabetes mellitus, ingesta de alcohol, tabaquismo y depresión”, detalló la Dra. Franco.
En principio la artritis psoriásica causa síntomas dermatológicos: enrojecimiento e inflamación de ciertas áreas de la piel, formación de placas que se tornan muy escamosas, aparición de pequeñas protuberancias alrededor del área afectada, afectando principalmente las rodillas, codos, cuero cabelludo, espalda y glúteos. A medida que se desarrolla la artritis empiezan a evidenciarse cambios como la inflamación y enrojecimiento de los dedos, que adquieren un aspecto similar a una salchicha.
Cuando el dermatólogo identifica posibles señales de artritis psoriásica, es tiempo de contactar a un reumatólogo para abordar el caso de manera integral y ofrecerle mejor calidad de vida al paciente. El interrogatorio y examen físico del paciente debe indagar síntomas como dolor y enrojecimiento en las articulaciones, inflamación, molestia en la columna lumbar o en los talones, enrojecimiento y dolor en los ojos, antecedentes de familiares que hayan tenido psoriasis.
Recomendaciones:
La especialista en reumatología destacó la conveniencia de que el paciente reciba apoyo psicológico o psiquiátrico, pues la depresión es frecuente. A la par, el paciente requiere entrenamiento físico para evitar la atrofia muscular e inmovilidad de las articulaciones, así como terapia ocupacional, para enseñarle a usar sus articulaciones y lograr un mejor desempeño en las actividades de la vida diaria.
Igualmente, recomendó darse baños con agua tibia para relajar las articulaciones, llevar una alimentación balanceada con menos carnes rojas, más frutas y vegetales, tratar de reducir el estrés y las emociones negativas, realizar actividades recreativas y placenteras, compartir información con otras personas que tengan la misma enfermedad, aprender sobre la enfermedad y conversar cualquier duda con el médico especialista.
Medidas para prevenir el daño articular:
El ejercicio físico puede mejorar la movilidad y flexibilidad de las articulaciones, fortalecer los músculos y evitar el aumento de peso. Caminar es una excelente alternativa, también el uso de una bicicleta estacionaria
- Practicar con regularidad yoga o cualquier otra disciplina que implique relajación y estiramiento de los músculos también es beneficioso
- Alternar la actividad física con períodos de descanso, sobre todo cuando la patología está activa y el paciente tiende a fatigarse
- Utilizar algún soporte para caminar o plantillas ortopédicas evita la presión innecesaria sobre pies, tobillos o rodillas afectados por la artritis
- Los ejercicios en agua también son útiles, permitiendo la movilidad sin ejercer presión sobre las articulaciones
- La terapia ocupacional entrena al paciente a hacer de manera más fácil las tareas de la vida diaria, así como emplear los instrumentos adecuados.