Las luchas intestinas de poder, la insaciable sed de venganza y el frío del invierno más oscuro regresa al medievo de los siete reinos de “Game of Thrones” por quinta temporada, una popular serie que entra de nuevo en acción en las televisiones de todo el mundo este domingo.
Fernando Mexía/EFE
El drama inspirado en la saga literaria “A Song of Ice and Fire” de George R.R. Martin, que comenzó a publicarse en 1996, se ha convertido en el programa de más audiencia del prestigioso canal de cable HBO, por delante incluso del aclamado “The Sopranos”, con una media de espectadores por semana de 18,4 millones en EE.UU.
La serie también ha hecho furor internacionalmente y en esta ocasión, y por primera vez, los canales asociados con HBO en 170 países emitirán los capítulos al mismo tiempo que en EE.UU, a partir de las 21.00 hora local de la costa este o las 00.00 GMT del lunes.
Sus números no parecen haber tocado techo aún y la historia está lejos de su conclusión, después de que el reparto se comprometiera a hacer hasta siete temporadas, por el momento, y el propio Martin desvelara que HBO quiere que la serie dure una década.
La nueva entrega consta de 10 capítulos de una hora que se emitirán semanalmente hasta el 21 de junio y tendrá como primer episodio “The Wars to Come”, en el que los protagonistas se ajustan a la nueva realidad tras el parricidio del líder del clan Lannister.
Para esta temporada los creadores de “Game of Thrones” David Benioff y D.B. Weiss tomaron como referencia las novelas cuarta y quinta de la saga de Martin, “A Feast for Crows” (2005), y “A Dance with Dragons” (2011).
Martin aún no ha concluido el sexto tomo, “The Winds of Winter”, cuya publicación está descartada para 2015 y tiene previsto redactar uno más, “A Dream of Spring”, también sin fecha de lanzamiento, lo que hacer presagiar que pronto la serie terminará por adelantar a las novelas.
“Game of Thrones”, no obstante, se toma licencias creativas y también en términos de historia con respecto a los libros y es HBO junto con Benioff y Weiss quienes tienen la última palabra sobre lo que pasará en la serie, no Martin.
A pesar de su éxito comercial, la serie no ha terminado de recibir el reconocimiento de la industria en términos de premios, aunque sí de múltiples nominaciones.
“Game of Thrones” ha sido candidato a mejor drama televisivo en los premios Emmy, los Óscar de la pequeña pantalla, por cada una de sus temporadas, pero sin llegar a lograr el galardón.
Desde 2011 el programa ha cosechado 14 Emmys, todos ellos de carácter técnico menos uno, el logrado ese año por Peter Dinklage como mejor actor de reparto por interpretar a Tyrion Lannister.
Dinklage fue también reconocido en los Globos de Oro en 2012 como mejor secundario de televisión por ese mismo papel.
A ese actor, un desconocido hasta “Game of Thrones” pero con una larga carrera, es a uno de los que más trabajo le ha reportado la serie. El año pasado se le pudo ver en tres películas “X-Men: Days of Future Past”, “Low Down” y “The Angriest Man in Brooklyn”, y en 2015 estrenará dos filmes, “Taxi” y la superproducción “Pixels” con Adam Sandler.
El estrellato también le llegó a Emilia Clarke, la ambiciosa madre de dragones Daenerys Targaryen, quien será la nueva Sarah Connor en la quinta parte de la saga “Terminator” (“Terminator Genisys”) que llegará a la gran pantalla en julio, mientras que Sophie Turner (Sansa Stark) estará en “X-Men: Apocalypse” en 2016.
Kit Harington, otro de los actores jóvenes que más gustan en “Game of Thrones”, donde encarna a Jon Snow, dio su gran salto como estrella cinematográfica el año pasado, aunque con escasa fortuna.
Harington lideró “Pompeii”, cinta sobre el conocido desastre volcánico de Pompeya en tiempos romanos, y fracasó estrepitosamente en la taquilla de EE.UU. donde apenas recaudó 23 millones de dólares, una quinta parte del presupuesto de la película. Tampoco tuvo suerte con “Seventh Son”, filme de casi 100 millones que ingresó 17. EFE