Hace 12 días que “Delia” se encuentra de visita en Florida, pero su viaje está lejos de ser placentero: esta madre caraqueña se vio forzada a vender su auto, sacar boleto de avión y utilizar la cantidad de dólares aprobada por el gobierno venezolano para pagar la universidad de su hija en Estados Unidos, publica El Nuevo Herald.
Sergio N. Cándido
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“Esto es una crisis humanitaria muy grande. Los padres estamos sufriendo por esto, no nos dan la oportunidad de ayudar a nuestros hijos”, dijo Delia, quien pidió identificarla solo por su primer nombre por miedo a represalias cuando regrese el jueves a Caracas. “Mi hija tiene ocho meses sin recibir divisas. Estamos vendiendo nuestras cosas para poder cubrir los gastos”.
El colapso económico de la “revolución bolivariana” se ha cobrado nuevas víctimas: los estudiantes venezolanos en el exterior.
Desde finales del 2014, las divisas de unos 25,000 universitarios que necesitan los fondos para pagar sus estudios han sido denegadas o se encuentran congeladas “en análisis” por el régimen del presidente Nicolás Maduro.
La medida pone en jaque el futuro de miles de jóvenes venezolanos que residen en Estados Unidos.
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