El vicepresidente de Colombia, Germán Vargas Lleras, propuso hoy que se establezca un cronograma en el proceso de paz que el Gobierno y las FARC mantienen en La Habana para que las negociaciones no se prolonguen indefinidamente y se reduzcan los riesgos de confrontación.
“Si le fijan unos plazos (a los diálogos), para sí o para no, se reducen los riesgos; más allá de la reanudación plena del Ejército, ya va llegando la hora y yo creo que el país así lo quiere de que las negociaciones se materialicen y se concreten y habrá que tomar una definición pronto”, sostuvo en entrevista con la emisora RCN.
Esta declaración difiere de la intención expresada hasta ahora por el presidente Juan Manuel Santos, que si bien ha mostrado su confianza en firmar este año la paz e insiste en acelerar los diálogos, siempre ha rehusado fijar plazos a las negociaciones, que comenzaron en noviembre de 2012 en La Habana.
Sobre la posición de Santos en este asunto, el vicepresidente aseguró que el mandatario es “quien más interés tiene en que el proceso avance”, porque insinuó que no sería totalmente contrario a la idea.
Además, el presidente instó este miércoles a la guerrilla a “acelerar” las negociaciones para terminar con el conflicto y evitar más víctimas, luego de un ataque de las FARC en el suroeste del país que dejó 11 militares muertos y al menos 17 heridos.
“No veo por qué esas conversaciones hayan de prolongarse indefinidamente. Lo que hoy todos reclamamos es que se concrete en términos de tiempo esa negociación que se discute en este momento entre el Gobierno y las FARC”, insistió.
Vargas Lleras hizo sus comentarios al referirse al ataque a los militares en una zona rural del municipio de Buenos Aires (Cauca), el incidente con mayor número de víctimas desde que iniciaron los diálogos de paz, según aseguró este miércoles el Cerac, una de las principales organizaciones que estudia el conflicto armado en Colombia.
Tras desplazarse a la zona donde ocurrieron los hechos, Santos ordenó reanudar los bombardeos contra los campamentos de las FARC, que se mantenían suspendidos desde el 10 de marzo como respuesta al alto el fuego unilateral e indefinido que las FARC iniciaron a finales de diciembre para reducir la intensidad de la confrontación.
Actualmente, el proceso de La Habana atraviesa el ciclo número 35 de diálogos.
Las partes debaten simultáneamente los dos puntos restantes de los cinco apartados que componen la agenda para firmar la paz: el reconocimiento y reparación de las víctimas del conflicto armado y la dejación de armas y desmovilización de guerrilleros.
Ya se han alcanzado preacuerdos sobre la propiedad de la tierra, participación política y erradicación de cultivos ilícitos en Colombia. EFE