Las organizaciones civiles y movimientos de izquierda que integran el Frente Amplio por la Paz declararon hoy que las Farc rompieron su alto el fuego unilateral e indefinido al atacar al Ejército en el suroeste de Colombia, acción en la que murieron 11 militares y otros 24 resultaron heridos. EFE
Durante la presentación en Bogotá de su cuarto informe de seguimiento al cese unilateral de la guerrilla, iniciado el 20 de diciembre pasado, el Frente reconoció y condenó estos hechos, si bien indicaron que sus circunstancias deben ser investigadas por una comisión independiente.
El conglomerado recomendó que ese grupo esté compuesto por, entre otros, los países garantes del proceso de paz (Cuba y Noruega), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Naciones Unidas y el propio Frente Amplio.
A juicio de la exsenadora liberal Piedad Córdoba, una de las portavoces del Frente, “rompimiento de la tregua y provocación al rompimiento de la tregua lo hubo durante todo este tiempo, uno no puede tapar el sol con un solo dedo”, si bien llamó a no romper las negociaciones de La Habana por estos hechos.
Córdoba, que intervino en una rueda de prensa para presentar el informe, explicó que una delegación del Frente viajó a la zona rural de Buenos Aires, en el departamento del Cauca, donde ocurrió el ataque, para obtener información sobre lo ocurrido, y que tras hablar con habitantes del lugar conocieron elementos que les parecen “gravísimos”.
Entre ellos, destacan que los soldados se acercaron demasiado a la comunidad en días previos, y que acampar en un polideportivo, un espacio civil, es “una clara violación al Derecho Internacional Humanitario”.
“Son hechos de provocación”, comentó la exsenadora, quien agregó que desde el Frente no se busca “valorar” lo ocurrido sino elaborar un informe “que pueda transmitirse al Gobierno” para que contribuya a su estudio sobre la conveniencia de un alto el fuego bilateral, cuya necesidad reiteraron.
Además, rechazaron los bombardeos que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ordenó reanudar porque “son masacres”, ya que los explosivos “impactan de manera indiscriminada” y afectan a la población civil.
Para Córdoba, los diálogos entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “no resistirían” más sucesos como el ataque a los soldados que, declaró, “no es solo responsabilidad de las FARC, (sino que también) es responsabilidad del Gobierno nacional, del Estado, de la sociedad civil”.
En este sentido, el Frente pidió un “cese el fuego trilateral” que incluya a guerrilla, Fuerzas Militares y varios medios de comunicación que, en su opinión, realizan una “campaña de hostigamiento y desprestigio contra el proceso de paz”.
El cuarto informe de seguimiento al alto el fuego unilateral de las FARC recoge otros documentos que evalúan la pausa de los ataques guerrilleros, como el que publicó la semana pasada el Cerac, uno de los principales grupos dedicados a estudiar la violencia en el país.
Los datos del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), que indican que la guerrilla rompió su alto el fuego cinco veces en el último mes, también fueron reconocidos por el Frente.
“Cinco rompimientos en medio de lo que ha sido la dificultad de mantenerla (la pausa), y donde desde el otro lado uno pudiera decir que ha habido más bien el afán de reventarla no es nada con relación al inmenso beneficio que se ha obtenido”, apuntó Córdoba.
Con base en los datos promedio de los ataques que se registraban cuando no había alto el fuego de las FARC, el Frente sostiene que en los últimos cuatro meses se “han ahorrado 160 vidas de la fuerza pública y más de 1.000 militares heridos”.