Los sismólogos ya habían alertado sobre el riesgo de que la zona del valle de Katmandú sufriera un nuevo gran terremoto que, combinado con la alta densidad de población y las precarias viviendas, podía desembocar en una tragedia como la que golpeó el sábado a Nepal, dijeron hoy expertos.
“Este Katmandú definitivamente no fue una sorpresa. El último evento similar en esta parte del Himalaya fue hace unos 500 años, que es aproximadamente el promedio de tiempo en que se producen estos eventos”, opinó Marin Clark, geofísico de la Universidad de Michigan, en un comunicado divulgado hoy.
Por el momento, el número de víctimas mortales del terremoto de Nepal supera las 2.300 personas, la mayoría concentradas en este país pobre en las faldas de las montañas del Himalaya.
El terremoto de magnitud 7,8 en la escala Richter del sábado, con epicentro cerca de la ciudad de Katmandú, ha afectado en diverso grado a 4,6 millones de personas, según las estimaciones de Naciones Unidas.
Las construcciones, no preparadas para resistir fuerte sismos, han contribuido en gran medida a el alto número de víctimas por un temblor de una magnitud desconocida en la zona desde 1934, cuando un movimiento de magnitud 8,1 acabó con la vida de más de 19.000 personas.
El Valle de Katmandú es una zona de alto riesgo sísmico, donde se unen la placa india con Asia para crear, tras millones de años de lento avance, la cordillera más alta del planeta.
La ONG californiana Geohazards International, que promueve proyectos para reducir el impacto de catástrofes naturales en países pobres, ya había avisado de que cada más o menos 75 años el Valle de Katmandú es escenario de un terremoto intenso.
Casualmente el pasado 12 de abril la organización indicó en un informe: “con un crecimiento de población del 6,5 % anual, el Valle de Katmandú es uno de los de mayor densidad poblacional del mundo y los 1,5 millones de personas que ahí viven se enfrenta a un grave riesgo sísmico”.
“Este terremoto se ajusta exactamente al escenario previsto del hundimiento de la placa India bajo la placa de Asia”, señaló en un comunicado hoy Ben A van der Pluijm, profesor de Medio Ambiente de la Universidad de Michigan.
Helen Clark, administradora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, recordó que Nepal ha trabajado “duro” para reducir su exposición a desastres, pero “es un país de bajo desarrollo y sus recursos son limitados”.
Paradójicamente, el mes pasado se celebró en Sendai (Japón), capital de una de las regiones más afectadas por el terremoto y posterior tsunami en la costa nipona de marzo de 2011, una conferencia de Naciones Unidas sobre reducción del riesgo a desastres.
En ella, el ministro de Exteriores nepalí, Mahendra Bahadur Pandey, advirtió de manera premonitoria: “Nepal sigue siendo uno de los países del mundo más vulnerables (a desastres naturales)…se estima que la pérdida de vidas en el Valle de Katmandú sería catastrófica si ocurre un gran terremoto”. EFE