Eduvigis Fuenmayor, viuda del exgrandeliga Gustavo Polidor, asesinado de dos tiros el 28 de abril de 1995, denunció que el homicida de su esposo, Hernán López Ortuño, alias Hernancito, se fugó de un beneficio de “régimen de confianza, otorgado por el Ministerio de Servicio Penitenciario. Así lo reseña el-nacional.com
López Ortuño fue sentenciado a 30 años de prisión por la muerte de Polidor y por ser responsable de una situación de rehenes en abril de 1996 en Terrazas del Ávila. Luego le rebajaron la pena a 25 años, recordó Fuenmayor.
Explicó que el beneficio de régimen de confianza que le fue otorgado consistía en que “Hernancito” saliera a trabajar y durmiera en la Penitenciaria General de Venezuela, en el estado Guárico, pero el hombre aprovechó la situación para fugarse.
Fuenmayor dijo que se enteró del hecho al visitar al juez primero de ejecución, Robinson Suárez, de que el Ministerio de Servicio Penitenciario había solicitado a ese despacho que extendiera una orden de captura contra López Ortuño.
La viuda de Polidor pide una audiencia con la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, con el fin de que le explique como el Ministerio de Servicio Penitenciario está por encima del Poder Judicial, concediendo beneficios que solo corresponden a un juez de ejecución.
Fuenmayor, que es jueza tercera de Lopnna con responsabilidad penal, pide protección para ella y para su hija, pues temen ser víctimas de “Hernancito”.
López Ortuño mató a Polidor en el garaje de la quinta Mari Michelle, en Terrazas de Santa Mónica, prolongación de la avenida Simón Planas, cuando el exgrandeliga, su esposa y su hijo menor se disponían salir en un carro Toyota. “Hernancito”, junto con otro hombre, quería llevarse el vehículo junto con Fuenmayor y el niño. En medio de la situación le dispararon al pelotero.
El homicida fue detenido,pero el 18 de diciembre de ese año se fugó del Retén de Catia. En abril de 1996 protagonizó una situación de rehenes que duró 16 horas en Terrazas del Ávila, donde murió María Magdalena Monagas. Dos de los participantes en ese secuestro fueron ultimados por la PTJ.