Al menos cinco personas murieron hoy, entre ellas un sargento del Ejército saudí, y otras doce fueron heridas por el impacto de dos proyectiles lanzados desde territorio yemení en la provincia fronteriza saudí de Nashrán, en el sur del país, reseña EFE.
Los servicios de Protección Civil de esta provincia informaron de que el primer proyectil causó la muerte de un sargento, jefe de una patrulla del Ejército saudí, y heridas a un compañeros suyo, que fue trasladado a un hospital.
Por otra parte, otro proyectil lanzado también desde territorio yemení impactó contra un vehículo en la misma zona, lo que causó la muerte de dos personas que viajaban en el mismo.
También falleció un peatón que circulaba por la zona en el momento del ataque y un trabajador de un taller de reparación de coches.
Ese mismo ataque causó heridas a once personas, añadieron las fuentes, que precisaron que todas ellas fueron ingresadas en un hospital.
Ayer, al menos tres personas murieron en otro ataque con proyectiles de mortero disparados por la milicia rebelde yemení de los hutíes contra la ciudad saudí de Nashrán.
Además, hoy al menos otras dos personas, miembros de una misma familia, murieron por un ataque con un proyectil lanzado también desde el lado yemení de la frontera contra una aldea de la región meridional saudí de Yazan, vecina a Nashrán.
El portavoz de la coalición árabe que combate a los hutíes, el saudí Ahmed al Asiri, prometió ayer que no se va a permitir que “estos actos ocurran sin respuesta”.
De hecho, los bombardeos de la coalición no se han hecho esperar. Decenas de milicianos hutíes y de civiles han fallecido en las últimas horas en ataques aéreos en la provincia yemení de Saada, feudo del grupo rebelde y próxima a la frontera saudí.
Pese a que el pasado 21 de abril la alianza anunció el fin de la campaña Tormenta de Firmeza, la aviación árabe ha continuado bombardeando ciertas zonas del país donde están presentes los insurgentes hutíes.