No solo la cámara de vídeo de los dispositivos electrónicos es blanco de los ataques de delincuentes y gobiernos. El micrófono integrado en estos dispositivos, tanto en ordenadores como en teléfonos móviles, puede ser utilizado para grabar a distancia una conversación.
Una de las soluciones es poner en silencio el volumen del micrófono. Sin embargo, esto no siempre funciona, aunque la propia NSA lo recomienda a sus agentes, dentro de algunos documentos de privacidad y seguridad desclasificados, para evitar ser ellos mismos espiados.
Una opción más segura, como recomiendan en Wired, es insertar una clavija de un cable viejo o roto de un micrófono en la ranura de audio para bloquear su uso.
Los métodos de espionaje que han salido a la luz desde el ‘caso Snowden’ ha dejado de manifiesto que cualquier medida contra estos es poca para preservar la intimidad. La cámara de vídeo de la computadora siempre es mejor tenerla tapada.
Fiarse de que su LED no esté encendido es una mala idea, ya que la mayoría de las aplicaciones espías desactivan este indicador.
La manera más sencilla de remediar parte del problema es cubrirla con un trozo de cinta adhesiva. Esta solución basada en “baja tecnología” es una de las más eficientes para bloquear de forma física la cámara de un dispositivo. Cualquier recurso basado en software no funcionaría.
Desde Eroski Consumer repasan por qué es necesario tapar la cámara del equipo informático y tomar medidas también con su micrófono.
Los expertos que acuden a los congresos de seguridad informática saben de la facilidad con que las computadoras, tabletas y teléfonos móviles pueden ser vulnerados mediante todo tipo de técnicas.
Una de las opciones al introducir software malicioso en un dispositivo electrónico es la de secuestrar el micrófono y la cámara del usuario para tomar fotografías y vídeos y escuchar conversaciones.
Esto es algo que afecta a cualquier computadora con independencia de su sistema operativo. También en Mac puede suceder.
Además, son actividades mucho más comunes de lo que creemos. Y son llevadas a cabo tanto por parte de gobiernos “no necesariamente dictatoriales” como por delincuentes.
No es ciencia ficción. En la actualidad, a los servicios de inteligencia les resulta más sencillo vulnerar el ordenador de un objetivo que entrar en un lugar e instalar micrófonos.
Según los documentos filtrados por el exempleado de la NSA Edward Snowden, la agencia de seguridad norteamericana posee herramientas especializadas en capturar las cámaras web de los equipos informáticos.
Para ello, dispone de una aplicación denominada GUMFISH que permite tomar el control de la cámara de cualquier usuario que ha sido infectado con un software malicioso.
La NSA también cuenta con otra denominada CAPTIVATEDAUDIENCE para controlar el micrófono de cualquier equipo y grabar conversaciones. Muchas de las imágenes capturadas por estos programas muestran a sus usuarios desnudos.
Por este motivo, la mayoría de los analistas se preguntan si gobiernos como el de Estados Unidos tienen fotos de las zonas íntimas de sus ciudadanos.
Este tipo de tecnología se utiliza desde hace cerca de una década.
En 2012, la empresa de seguridad Kaspersky ya localizó un virus capaz de poder espiar a los usuarios mediante la captura de vídeo y el micrófono del ordenador.
En muchas ocasiones, este tipo de delincuentes extorsionan a sus víctimas para que les transfieran dinero de forma periódica como condición para no mostrar el material capturado a sus familiares y amigos cercanos.
Cuando la víctima no paga, crean una cuenta en redes sociales similar a la del usuario e invitan a sus amigos y familiares.
Después, liberan en ella el material sensible de la persona para desprestigiarla delante de sus círculos. En el caso de menores, la situación es aún más grave.
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