Luego de registrarnos, cenamos en un restaurante excelente, el cual le pareció regalado al convertir el costo de la comida a su moneda local, “nunca había comido tan sabroso y por menos de seis dólares, esto es increíble”, termino expresando.
Me imagine lo que estaría pasando por su mente… “Que tarados son, este paraíso que tienen y no lo aprovechan para el bienestar de su gente”, luego me imaginaba explicándole las razones del porque el hotel no estuviera lleno.
Las explicaciones se iban complicando cuando me pidió llevarlo a comprar un jabón, ya que no le gustaba el que le ofrecían dentro de los servicios de la habitación.
¿Cómo explicarle a una persona en pleno siglo XXI, que en Venezuela, uno de los países más ricos en reservas petroleras no hay jabón, ni champú, ni afeitadoras y mucho menos crema de afeitar?
¿Cómo explicarle la situación de retraso que vivimos los venezolanos cuando los avances del mundo superan las creencias del ser humano?
¿Cómo explicar que debemos hacer cola por largas horas para adquirir los productos básicos ó sencillamente que debemos estar a oscuras por la ineptitud, falta de mantenimiento o por la incapacidad de comprar buenos equipos para el sector eléctrico?
¿Cómo explicar que gran parte de las industrias están paradas, los comercios desabastecidos, que no hay gas, no hay agua embotellada, no hay baterías, no hay aceite, repuestos y pare usted de contar?
¿Cómo explicarle que la economía está en crisis, la delincuencia nos avasalla, que asesinan a policías por doquier, la salud está por colapsar y si requieres una medicina no puedes buscarla cuando desees sino dependiendo del último número de tu identificación y un sinfín de cosas más que lo que hacen es afirmar que se está pisoteando la dignidad de los Venezolanos?
Lo peor es que no se trata solo de una crisis económica y social sino de valores, principios y respeto a los demás. Algo que sin duda alguna me lleva a reflexionar. ¿Hasta dónde podemos soportar? ¿Están buscando un estallido social? ¿Qué gana el Gobierno con estas acciones y que perdemos nosotros como ciudadanos?
En el atardecer frente al mar, las interrogantes en relación a la grave situación que estamos padeciendo aumentaban mientras pensaba en la respuesta que le iba a dar. Luego de tanto divagar, me di cuenta que la búsqueda de la respuesta no era para mí familiar, sino para mí.
Entonces comprendí que la mirada debía estar en el cambio anhelado por todos y que debemos comenzar por el pensamiento para luego transmutarlo a las acciones.
Que no podemos dejar en manos de los demás la resolución de nuestros problemas, y aunque las respuestas a mis preguntas muchas veces se perdieron por la nueva cotidianidad a la que no debemos acostumbrarnos, estoy convencido que hay cosas puntuales que no deben pasar desapercibidas a pesar de la difícil situación.
Más temprano que tarde los venezolanos romperán el cerco al que nos han llevado y volveremos a ser aquellos pioneros de América, con sus industrias, con los avances en materia energética y de petróleo, con las mejores tierras para recibir a los inmigrantes y no convertirnos en uno de ellos.
Ciertamente no conseguí el jabón que buscaba para mi familiar, pero con firmeza le explique que muy pronto Venezuela volverá a ser la Patria libre y pujante que merecemos y eso, solo va a depender de nosotros, los venezolanos.
Shully Rosenthal
@ShullyRosenthal
Concejal de Chacao