No hay lista de precio oficial, pero en versiones de prensa se informa extraoficialmente que una camioneta Ford podría costar casi 70 mil dólares. Es la nueva cotización, luego que el sindicato de la ensambladora de vehículos filtrara la decisión de la compañía -en un supuesto acuerdo con el Gobierno- de ofertar en Venezuela sus carros en moneda extranjera. Así lo reseña laverdad.com / Juan Pablo Arocha
El caso de Ford, que promete replicarse en otras ensambladoras, es consecuencia del reacomodo del mercado económico nacional. Ya los pasajes se cotizan en dólares y hasta los inmuebles se venden así. Hay una dolarización indirecta de la economía del país.
“Se está creando una economía dual, unos pocos que se manejan en dólares y la gran mayoría del pueblo que sobrevive en bolívares”, advierte el economista Elías Matta, diputado de la Asamblea Nacional, quien denuncia que la dolarización se establece mientras el Gobierno le huye a los anuncios oficiales sobre la reestructuración económica.
Lo que dice Matta lo confirma la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco). El grupo ha dicho que recibe numerosas denuncias sobre venta de bienes y productos cotizados en divisas.
Hasta ahora, ni el Gobierno ni la Ford han anunciado oficialmente que llegaron a un convenio de vender los autos en dólares. Pero, Eduardo Garmendia, presidente de Conindustria, reveló la semana pasada que en el acuerdo se fijó que la venta de los vehículos se hará a la tasa Simadi (Bs. 197,89 hasta el viernes) y los compradores deberán justificar la tenencia de las divisas, para evitar el blanqueo de capitales.
De ser cierto, para comprar una camioneta EcoSport, cuyo precio oscila en los 37 mil dólares, se necesitarían siete millones 321 mil 930 bolívares, lo que equivale a mil 85 salarios mínimos. Si la opción es un Cargo Chasis Largo, que extraoficialmente se conoció que tiene un precio de $ 70 mil, entonces un venezolano necesitaría 13 millones 852 mil 300 bolívares para poder comprar las divisas a través del Simadi y pagar el vehículo.
Lo bueno y lo malo
Ilegal, el Gobierno ha negado cualquier interés es dolarizar la economía. Lo dice en un caso extremo, como ocurrió en Ecuador, que asumió el dólar americano como su moneda común.
Para el economista Pedro Palma, Venezuela no está preparada para copiar el ejemplo de ese país. Asegura que el éxito del reflotamiento de las finanzas nacionales depende más de factores como la diversificación de la economía y una visión a largo plazo, enfocada en objetivos concretos como abatir la inflación.
“La dolarización introduciría importantes rigideces a las estrategias económicas”, dice Palma, quien reconoce que en Ecuador la dolarización del mercado ayudó a tumbar en menos de cinco por ciento la inflación. “Las buenas decisiones dependen de la responsabilidad de un Gobierno y no de la vigencia de un sistema fundamentado en el dólar”.
A inicios de año estuvo en Caracas Marco Naranjo Chiriboga, execonomista jefe del Banco Central de Ecuador. Entonces explicó que es necesario no casar las decisiones económicas con lo ideológico: “Si bien la dolarización fue la alternativa para Ecuador, la medida se tomó sobre la base de una política económica que trasciende a las ideologías y el tiempo”.
“Como el Gobierno no puede emitir dinero, los déficits pueden cubrirse únicamente mediante préstamos o impuestos, que además tienen un costo político importante. Por lo que se sincera la economía y el régimen fiscal”, contó Naranjo, quien advirtió que con el cambio, el país se vuelve más vulnerable a la dinámica de la economía internacional.
Lo niegan
El diputado Ramón Lobo, integrante de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, niega que la economía nacional camine hacia allá. “La moneda nacional es el bolìvar”, defendió en una entrevista en Unión Radio. Rechazó que se pueda hablar de dolarización, solo porque algunos bienes se transen en esa moneda.
Para Elías Matta es importante que se termine de definir el nuevo esquema cambiario, anunciado por el presidente Nicolás Maduro. “La ausencia de reglas claras aumenta la incertidumbre en el venezolano, lo que agrava la crisis y nos sumerge en la parálisis económica en que nos metió el Gobierno”.