Una forma de resumir la historia de Rusia desde la elección de Mijaíl Gorbachov como secretario general del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) en 1985, y Presidente de la Unión Soviética (1989-1991), es la experiencia del publicista Derk Sauer. Inmigrante holandés, en 1989 se instaló con su esposa Ellen, aquí en Moscú. Vinieron a emprender un proyecto periodístico en la capital del oscurantismo de la Europa meridional. Tiempo en que Moscú era una ciudad apesadumbrada, desabastecida, triste y donde no pintaba para nada, la prensa libre, como lo quiso ser Moscow Magazine. Un esfuerzo que en meses se fue a la quiebra, en un país secuestrado por el igualitarismo utópico, pero que pronto con Gorbachov, viviría la “uskoréniye” (aceleración), resumidas en el“glásnost” (liberalización, apertura, transparencia) y la“perestroika” (
Gorbachov anunció que la economía soviética estaba estancada y que la reorganización era necesaria. Durante sus primeros años en el poder no hizo cambios importantes. Fue a partir de 1987 cuando Gorbachov y sus ministros de economía, introdujeron las reformas necesarias. La perestroika se basó en lareestructuración del sistema económico, que era convertir a la URSS, en 500 días, en una economía socialista de mercado a contravía de la teoría marxista de la propiedad colectiva. Era pasar de la economía socialista de corte estaliniano; del totalitarismo económico de Estado administrador de todos los medios de producción e industria, y dueño de la tierra, a la propiedad privada. Tiempos de gran dificultad (1989) en los cuales Ellen -esposa de Sauer- pedía mejor irse a NY. Derk respondía “que no, porque en estas tierras era donde la historia se estaba construyendo, donde el cambio flotaba en el aire y Gorbachov tenía el apoyo”. Con su hijo Tom de 9 meses, cae su primer proyecto editorial en un país convulsionado de reformas. El glásnost no daba con la “prensa libre” y la perestroika no entendía de oferta y de demandas. Sauer fue emplazado por su esposa, una vez más. “Por qué no hacemos una revista dedicada a la mujer”, en un país donde sólo existían dos publicaciones para féminas. Una dedicada a la “mujer de campo” y otra a la “costura”. Así el matrimonio Sauer decide pedir licencia a“Cosmopolitan”, para traerla a Moscú en idioma ruso. Un gran reto en una nación que trataba de salir del letargo de 70 años de ocupación bolchevique, y donde aún no había papel higiénico, mucho menos papel glasé. Cosmopolitan dio su voto de confianza, y pronto la revista -en un mes- pasó de un primer tiraje de 55.000 ejemplares a un millón. Claro, las mujeres vieron en Cosmopolitan su heroína. Les decía cómo no ser sumisas a la violencia doméstica -lo cual era normal- o responder a los abusos del alcohol… Cosmopolitan
Tres años más tarde, nace “Independent Media” (1992) y con ello en el diario The Moscow Times (fusión de Wall Street Journal yFinancial Times), más la distribución de otras revistas como Play Boy, Men’s Health… Gorbachov recibió el Nobel de la Paz (1990) y sale del poder en 1991, tras un golpe de Estado liderado por Yeltsin. Cae la Unión soviética. Sauer vende su empresa en 2005 en 200MM de dólares, y hoy piensa readquirir Sonoma Independent Media, evolución de su propia creación. Un jugador del mass media ruso, cuyo emporio editorial comporta más de 50 revistas, y está valorado en 1.6B de euros.
Conocí a Derk Sauer aquí en Rusia. Una historia fascinante que no cree en crisis y sólo ve oportunidades . Un hombre que solapó épocas de cambio y modernidad. Un tipo sencillo que dice que en“la vida lo importante es despertar los sentimientos de la gente”. Que no cree que Occidente deba empeñarse en “exportar democracias” y que en cualquier tierra todo es posible, sin humillación y respetando el espíritu y dignidad de los pueblos. Un hombre que no tiene reparo en decir, “dejen que ucranianos y rusos que se entiendan. A fin de cuentas, la historia de Rusia comenzó en Kiev…“.
Ingratamente el ruso no recuerda bien a Gorbachov. Pero regresar a Moscú es palpar cómo en 500 días nació otra Rusia. 30 años más tarde caminar por el Moscova es como contemplar el Sena en París, entre catedrales, Starbucks, Cartier o Louis Vuitton. Una esperanza viva que nos hace falta en Venezuela. Es el ejemplo de los Sauer. Hombres y mujeres que sueñan, que creen en la gente e hicieron su propia perestroika. Comencemos por creer en nosotros mismos ¡Y hagamos la nuestra! Salut…
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