El deterioro económico del país y una merma en el poder adquisitivo han llevado a los venezolanos a volcarse cada vez más hacia las tarjetas de crédito -TDC-. Sin embargo, su uso se ha vuelto una limitante para muchos clientes, ya que es habitual que los comercios en el Táchira restrinjan el pago con este plástico e incluso condicionen la venta con las tarjetas de débito, publica La Nación.
Según los analistas financieros, hay alrededor de 12 millones de plásticos (tarjetas) en la calle. En promedio, el venezolano tiene entre dos y tres TDC, aunque hay casos de personas que pueden llegan a tener hasta cinco plásticos en su cartera. Y es que las TDC se han convertido en un elemento fundamental en el bolsillo del venezolano, que se apresura a gastar el dinero rápidamente para adelantarse a los progresivos aumentos de precios.
“El uso del plástico se ha extendido debido a las atractivas tasas de interés, en comparación con el índice de inflación. Más vale pagar 29 % de interés de algunas tarjetas, que asumir 70% de inflación, o más, que registran muchos productos”, indicó el especialista Grasso Vecchio. Bank of America estima que este año la inflación en el país podría alcanzar hasta 200%.
De allí que las familias han desplazado el efectivo como forma de pago. No obstante, para la mayoría de establecimientos solo está permitido el pago con débito o efectivo, tal cual lo reflejan los carteles visibles en algunos comercios de la ciudad de San Cristóbal, donde incluso condicionan las ventas, eliminando ofertas, estableciendo mínimos de venta y/o cobrando un recargo.
“En las panaderías no te aceptan la tarjeta de crédito; en las tiendas de ropa te quieren cobrar un recargo de 10 %, lo cual es un abuso. Hay farmacias donde tampoco puedes realizar el pago con el plástico; es que ni siquiera mi esposo pudo pagar los cauchos del carro con la tarjeta de crédito. Es injusto porque te limitan aún más la compra, a sabiendas de la situación país”, dijo Mercedes Rojas.