En 2013 fue un éxito para la clase obrera la firma de los contratos colectivos del sector aluminio. Después de haber esperado más de 5 años una nueva convención, la noticia cayó en gracia a los trabajadores. Sara Crespo Cárdenas/ NPG
Fue en septiembre de ese año cuando -después de varios altercados- la representación sindical de las estatales conjuntamente con la directiva de CVG, en ese entonces encabezada por Carlos Osorio, firmaron el acta de cierre de negociaciones y se ordenó iniciar el cumplimiento de los contratos el primero de octubre, y así fue.
Esta sería una de las discusiones más largas y complejas del sector industrial Guayana, en vista de que participaron simultáneamente CVG Carbonorca, Bauxilum, Venalum, Alcasa, y Cabelum.
Fue el propio expresidente Hugo Chávez quien en 2012 pidió que se discutieran los contratos de las empresas del aluminio, y además según Ricardo Menéndez, quien se desempeñaba como vicepresidente para el Área Económica-Productiva y ministro de Industrias, ese año se aprobaron 3 millones 393 mil de bolívares y 163 millones de dólares para el desarrollo de dichas estatales.
En el contrato colectivo los acuerdos más relevantes fueron un aumento de 150 bolívares lineal a los trabajadores de la nómina diaria, y de Bs. 4.500 a los de nómina mensual, así como el pago de los bonos compensatorios por el retraso de la convención.
Los 150 bolívares se ordenaron pagar así: 60 bolívares de incremento a la firma del contrato, 30 bolívares más a los 10 meses de haberse firmado, otros 40 bolívares más a los 20 meses y 20 bolívares más para el cumplimiento de los 24 meses.
Con respecto al bono, se les dio a los trabajadores de CVG Venalum 200 mil bolívares, por tener más tiempo con el contrato vencido, en Alcasa pagaron 160 mil, y todas las demás factorías recibieron 120 mil bolívares. Posteriormente el asunto generaría descontento en la clase obrera por el fraccionamiento de los montos totales, y por retrasos en los pagos.
¿Y la homologación?
Después de dos años de aplicación de los contratos colectivos, todavía no se ha hecho la homologación. La preocupación de los dirigentes sindicales radica en que en octubre de este año se vencen las vigentes y probablemente no podrán introducir los anteproyectos en la Inspectoría del Trabajo hasta obtener la homologación.
William Hernández, secretario de Trabajo y Reclamo de Sutracarbonorca, explicó que no se puede hablar de que existen contratos en las empresas básicas, porque en realidad lo que se firmaron fueron actas que se han venido cumpliendo durante estos años.
Recordó que las discusiones se dieron entre todos los secretario generales de los sindicatos de las empresas del sector aluminio y sus presidentes, pero nunca se llegaron a homologar los contratos y este año podrían sufrirse las consecuencias.
“Ya para el mes de octubre se están venciendo y a la fecha el Gobierno no ha dado respuesta de la homologación de los contratos colectivos, y eso legalmente impide un nuevo anteproyecto” dijo. Cabe destacar que los anteproyectos deben consignarse ante la Inspectoría del Trabajo tres meses antes de que venza el vigente.
Asimismo, pidió al presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y al presidente de la Corporación Nacional del Aluminio, Ángel Marcano, que revelen el estatus de los contratos, ya que más nadie ha informado a los dirigentes sindicales sobre los trámites que presuntamente se están efectuando en la CVG y el Ministerio de Industrias.
En la última reunión que se sostuvo en la ciudad de Caracas, quedo establecida una mesa de negociación en la CVG para tratar lo que tiene que ver con la homologación, y aunque quedó plasmado en actas, no se cumplió.
Nuevo truco
La carencia de homologación mantiene a los trabajadores alarmados. En tal sentido, el secretario de Trabajo y Reclamo de Sutracarbonorca llamó a los diferentes secretarios generales de las organizaciones sindicales para que se pongan a tono con el tema, ya que, desde su perspectiva la dejadez por parte del Estado, podría tratarse de una artimaña para retrasar el proceso y así impedir que se discuta una nueva convención.
“Parece ser que están buscando impedimentos para que después no se discuta un nuevo contrato colectivo”, indicó Hernández.
De ser así, se le estaría haciendo un gran daño a la clase obrera, dijo, puesto que en algunas organizaciones sindicales, tal es el caso de Carbonorca, ya se han reunido en diferentes oportunidades y están acercándose a lo que tiene que ser el nuevo anteproyecto del contrato, pero hasta que no se tenga la homologación se va a hacer difícil ponerlo en práctica.
Destacó que no pueden dejar que ocurra lo de años anteriores, cuando las empresas pasaban hasta 4 o 5 años con contratos vencidos. “En el caso de los profesionales de Venalum estuvieron 5 años esperando contratos. En Carbonorca, Alcasa y Bauxilum estuvimos 4 años con el contrato vencido”.
Igualmente, desestimó la posibilidad de que se olviden de la discusión de un nuevo contrato y comiencen a otorgar bonos, o se prorroguen los vigentes, porque mermaría los salarios y beneficios de los empleados de las factorías.
Contrato único
En diversas oportunidades se ha asomado la posibilidad de discutir un contrato colectivo único que garantice los mismos beneficios a los trabajadores de las diferentes empresas dependientes de la Corporación Nacional del Aluminio, sin embargo, la medida ha quedado en palabras.
En base a este tema, Hernández manifestó su abierta posición ante la discusión de un contrato unitario, siempre y cuando garantice los mismos beneficios para todos, no como se viene asumiendo hasta ahora donde en algunas empresas pagan bonificaciones que deben ser igual para las diversas empresas, y otros presidentes de las estatales no cumplen.
“No podemos seguir que pertenecemos a la misma corporación pero los beneficios se aplican en unas empresas y en otras no, este es el caso de que a veces algunas empresas pagan bonificación o beneficios y en las otras no”.
Además expresó que si se debe crear un contrato colectivo único para todas las estatales del sector aluminio, el mismo debe ser discutido con los líderes sindicales elegidos por los trabajadores, y no por algunos sindicatos paralelos puestos por el Gobierno, que no gozan de la aceptación de la masa obrera, o entre cuatro paredes como ha ocurrido en otras oportunidades.
De hacerse la discusión, Hernández enfatizó que cada cláusula deberá ser presentada a los empleados de las distintas fábricas, porque son ellos los que tienen la palabra final. “Si hablamos de un contrato único en el marco de la corporación tiene que ser discutido con todos los sindicatos de base elegidos por los trabajadores y en asamblea con ellos”, puntualizó.
Las Cifras
2 años con los contratos
3 meses antes del vencimiento deben presentarse los anteproyectos
5 meses faltan para que se venza