Cuando la carta firmada y sellada por “los colectivos revolucionarios del Paraíso” (LCRP) llegó a los cuatro condominios y comercios del Conjunto Residencial El Paraíso (Crep) el 15 de mayo de 2015, de inmediato se encendió la alarma entre los vecinos. La amenaza escrita, que también alborotó las redes sociales, era clara: los desconocidos habían “tomado la decisión de intervenir el urbanismo con el fin de acabar con los actos vandálicos y brindar mayor seguridad, cierre de toda residencia, alumbrado de áreas comunes y caminerías, conformación de una sola comunidad entre las cuatro etapas y mejorar los servicios”. No indicaba la manera ni los recursos con los cuales llevarían a cabo el ambicioso proyecto, “sin más que decir”.
A diferencia de los conjuntos residenciales construidos en la Venezuela de los últimos años, no existen restricciones para entrar en este emblemático urbanismo de El Paraíso, conocido popularmente como “Los verdes”. Mil 224 familias y transeúntes conviven en este urbanismo de 55 mil metros cuadrados, edificado por Constructora Sambil en 1980. Doce torres (tres por cada una de las cuatro etapas) de 17 pisos cada una, además de amplios jardines y espacios comunes hablan de la dimensión de un espacio donde también funcionan 50 locales comerciales y tres dependencias del gobierno: Banco Bicentenario, IVSS y el archivo del Ministerio Público.
Desde hace unos tres años, los vecinos del Crep acusan el aumento de la delincuencia en los alrededores. Resulta temerario cruzar a pie el puente Nueve de diciembre, que comunica el sector Las Fuentes de El Paraíso con la avenida San Martín, especialmente en horas de la noche.
Todos los habitantes y transeúntes consultados prefirieron no revelar sus nombres. Confiesan que la virtual presencia de “los colectivos” les intimida.
Algunos vecinos no consideran la carta de los colectivos como un hecho aislado. La relacionan con los seis robos de apartamento con situación de rehenes que se registraron después de Semana Santa, hasta ese momento inéditos. “Probablemente los mismos colectivos son los autores de esos delitos, para luego justificar la intervención, como ellos la llaman”, dice un residente de hace 30 años.
Un video tomado por las cámaras de seguridad, colgado en la página de Facebook “Crep organizado”, muestra cómo individuos ajenos al conjunto residencial entran a una de las torres para robar por una reja que por descuido dejaron abierta otros vecinos.
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