La asexualidad existe. Es una minoría (en torno al 1% de las personas que viven en el mundo) pero se da y es probable, según los estudios publicados, que aumente con el paso de los años. Si nos fijamos en el significado que ofrece la Real Academia Española (RAE) de la palabra “asexual” comprobamos varias acepciones: la primera, que hace referencia a “sin sexo, ambiguo o indeterminado” o “dicho de la reproducción: que se verifica sin intervención de gametos, como la gemación”. Que.es
Más allá de conceptos abstractos, la sociedad entiende por la asexualidad a aquella orientación sexual en la que la atracción física es secundaria.
A continuación, desglosamos una serie de puntos que pueden ayudar a una persona a saber si es asexual o no (la gran mayoría de las preguntas están sacadas de un artículo realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de British Columbia para valorar la no atracción sexual de una persona y clasificarla, consecuentemente, como asexual o no.
El sexo no te atrae…
Ser asexual supone, de una forma rápida y concreta, tener un apetito sexual mucho menos desarrollado que un homosexual, heterosexual o bisexual. Si el sexo no te interesa o no es una parte importante de una posible relación (serías capaz de vivir sin ello) el adjetivo “asexualidad” podría estar relacionado con tu persona.
Eso sí, la asexualidad es complicada y dentro de ese concepto hay diferentes matices. Dentro de las personas que están en ese grupo, el deseo sexual puede existir y ser más o menos alto (unos que no le apetece, otros con pareja pero que tampoco, otras a las que no le gusta y por último a algunos a los que le parece sucio).
… ni siquiera la masturbación
Tal y como responden en la página ‘Asexuality.org’, la mayoría de las personas asexuales son físicamente capaces de tener sexo. Algunos sí que optan por masturbarse y otras no. Eso sí, desde el punto de vista teórico un asexual no tiene ningún tipo de interés en el placer sexual. Por tanto, la masturbación no debería figurar entre las fantasías y deseos eróticos que no suelen tener este tipo de personas.
Los expertos, pese a la definición teórica, aseguran que “la masturbación puede ayudar sobre todo a la hora de combatir situaciones como el estrés”, algo que en ese caso está fuera del rango sexual.
Te pone nervios@ el interés de otras personas por el sexo
Dentro del análisis que hace la Universidad de British Columbia se incluye la siguiente pregunta: “Me desconcierta el tiempo y el interés que otras personas ponen en las relaciones sexuales”. Las personas asexuales consideran el sexo algo secundario y que no forma parte necesaria de su día a día. Hay que destacar y distinguir varias cosas: por ejemplo, si el sexo sí te gusta pero has elegido no decantarte por uno u otro eres considerado “celibato”. Aquí también entran las acepciones que incluyen a las personas que por su religión no pueden tener relaciones.
Te sorprendes al sentirte atraíd@ por un/una hombre/mujer
Otro de los enunciados que incluye este test y que pretende arrojar luz sobre tu deseo sexual es el siguiente: “me sorprendo experimentando atracción sexual hacia otra persona”. Está claro que es una obviedad. El ser humano está diseñado para socializarse, relacionarse entre otras personas y que haya una conexión mutua entre varias de ellas.
Sí te parece raro, más allá de una estricta relación de amistad, el término “asexualidad” podría entrar en tu vida. No es algo raro en Japón, donde el síndrome “celibato” está cada vez más extendido en la sociedad: el 45% de las mujeres y el 30% de los hombres entre 18 y 24 años no están interesados en el sexo.
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