Por primera vez en 16 años la oposición tiene una clara opción de triunfo electoral. Por primera vez los sectores populares están sintiendo el desastre del modelo económico y el opresivo régimen político. Por primera vez los sectores populares y la clase media en condiciones paritarias han comenzado ha expresar su repudio al régimen bolivariano y claman por la necesidad de un cambio político y de modelo económico. Hoy sin embargo, el pueblo conociendo las triquiñuelas y marramuncias de los bolivarianos, el país aturde a la oposición exigiéndole unidad y a gritos nos piden que hagamos realidad la Tarjeta de la Unidad. El país está cansado de las divisiones, de las discrepancias, de la intolerancia, de los conflictos. El pueblo quiere un cambio de política no de caras y rostros, lo que pide es un cambio de actitud política, de conciliación y de acuerdos; pero además, el país quiere escuchar no solo ofertas electorales sino una propuesta de un nuevo modelo político y económico en democracia y en libertad. El país espera por ella.
Los sectores políticos suelen decir con frecuencia que “la voz del pueblo es la voz de Dios” normalmente cuando esta voz coincide con sus intereses. Por el contrario, la verdadera sabiduría del líder político es precisamente escuchar y saber interpretar esa voz del pueblo. En la Venezuela de hoy, el clamor del pueblo que se escucha en todos los rincones del país es el de un cambio político y económico, pero además, el de la unidad de la oposición y en la Tarjeta Única. Es tiempo de que los partidos políticos no solo escuchen al pueblo sino que demuestren, hoy más que nunca, que los intereses del pueblo y del país merecen un sacrificio por porte de los partidos políticos.
Es precisamente por ese clamor popular que el Partido Un Nuevo Tiempo asume y propone “La Tarjeta de la Unidad”, pero además, no solo es una exigencia nacional sino la solución para desterrar la primacía de los intereses de los liderazgos y de Partidos Políticos, de unos contra otros, porque la Tarjeta de la Unidad solo representará la “esperanza de cambio” de una nueva Venezuela, de una Venezuela de oportunidades, el regreso del exilio político y de todos los venezolanos que emigraron porque no encontraban futuro en esta Venezuela parcelada y autoritaria. Ha llegado el tiempo de que los partidos piensen primero en el país y después en ellos y no al contrario. Son tiempos para entrelazar esfuerzos en estrategias y objetivos comunes que nos conduzcan precisamente a ese cambio, que después del triunfo, habrá tiempo para que los liderazgos compitan en igualdad de condiciones y sea precisamente el pueblo el que escoja el que mejor exprese su sentimiento, sus esperanzas y su futuro. Son tiempos de sacrificios y para unirnos en un solo propósito y objetivo, derrotar al gobierno para que se produzca “el Cambio”, y ello, solo lo garantiza la “Tarjeta de la Unidad”.