25 funcionarios del Poder Judicial y 60 de la Policía del estado Anzoátegui (Polianzoátegui) retomaron el cumplimiento de las medidas de seguridad “para todo el mundo”, en el Palacio de Justicia de Barcelona, reseña El Tiempo.
Lo hicieron a raíz del homicidio del corredor de seguros, Wagner José Guayapero, de 47 años, quien fue ultimado de tres disparos- hace exactamente un mes- por el ganadero Luis Alejandro Renaud, de 60 años, en el primer piso de la edificación, cerca del Tribunal Contencioso Administrativo.
El móvil fue un litigio civil, iniciado siete años atrás, por la resolución de un contrato de compra venta de una vivienda, situada en el conjunto residencial Cayo de Agua de Lechería.
Un día después, los funcionarios de la oficina de seguridad volvieron a utilizar el detector de metales, revisar los bolsos y maletines de los visitantes.
Los empleados también le piden la cédula de identidad a las personas, y que miren una pequeña cámara fotográfica que está conectada a una computadora.
Tales medidas fueron adoptadas para evitar que los visitantes entren con armas de fuego a los tribunales, donde laboran 900 empleados.
La juez rectora en el estado Anzoátegui, Mirna Mas y Rubí, ordenó al personal de seguridad cumplir con el protocolo impuesto a todas las persona así tengan cara de buena gente- que pasen por la puerta de acceso al Palacio de Justicia, para evitar que se repita un hecho trágico.
“Los primeros dos días, unos visitantes se quejaron por la implementación del sistema de seguridad, pero ya se acostumbraron”.
Medida positiva
Mas y Rubí estimó que el procedimiento es beneficioso, no solo para los trabajadores, sino también para todos los usuarios.
La juez rectora indicó que le causó sorpresa saber, a través del control de ingreso de visitantes, que a diario acuden 2.500 personas al edificio tribunalicio.