La agenda formal de la Asamblea General que la Organización de Estados Americanos celebrará la semana próxima no incluye la situación en Guatemala y Venezuela, pero Estados Unidos espera que ambas crisis políticas acaparen las reuniones que de manera paralela sostendrán numerosas delegaciones.
Por LUIS ALONSO LUGO/AP
Pese a que la OEA se concentrará durante esta reunión anual en depurar su misión y su estructura en busca de recobrar su credibilidad, funcionarios estadounidenses expresaron su expectativa de que el organismo multilateral pueda jugar un papel más activo en la defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela.
Uno de los funcionarios, que solicitó el anonimato por no estar autorizada a hablar con periodistas, dijo que el rol de la OEA podría aumentar en Venezuela no sólo por la llegada del uruguayo Luis Almagro como nuevo secretario general sino también por el apoyo de países sudamericanos que recientemente han mostrado renovado interés.
La funcionarias recordó que la Asamblea General podría coincidir con la huelga de hambre que lleva adelante el dirigente opositor Leopoldo López para exigir la liberación de presos políticos y la definición de la fecha de los comicios parlamentarios previstos para fines de año.
El exalcalde opositor encarcelado Daniel Ceballos suspendió la víspera su huelga de hambre a raíz de las ofertas que hicieron la OEA y la Unasur de enviar observadores a las elecciones.
Almagro publicó el miércoles en su cuenta de Twitter que la OEA está “dispuesta a unirse a observación electoral en Venezuela si gobierno @NicolasMaduro acepta nuestra participación”.
Las autoridades venezolanas no han autorizado de manera reciente a la OEA enviar observadores electorales, requisito indispensable según los reglamentos del organismo.
Sobre la coyuntura guatemalteca, la funcionaria estadounidense calificó de “crítico” que la nación centroamericana mantenga el orden constitucional y celebre elecciones presidenciales en septiembre pese a las acusaciones de corrupción que enfrentan altos funcionarios y que han generado fuertes protestas.
La estadounidense dijo que la OEA podría jugar un gran papel que facilite el resguardo del hilo constitucional si ofreciera asistencia directa a países que la requieran para responder adecuadamente al clamor ciudadano por honestidad y transparencia gubernamental.
La funcionaria consideró a la crisis guatemalteca la más severa de las relacionadas con la corrupción que enfrentan diferentes gobiernos de la región, especialmente después de que la Corte Suprema de Justicia diera trámite el miércoles a una solicitud que busca que el Congreso le retire la inmunidad al presidente Otto Pérez Molina.
La ex vicepresidenta Roxana Baldetti renunció, sus propiedades están congeladas y tiene prohibido salir del país por un escándalo de corrupción que involucra a su ex secretario privado y otros funcionarios.
La funcionaria estadounidense descartó que la Asamblea General arroje novedad alguna sobre la reincorporación de Cuba a la OEA, que anuló en 2009 la suspensión impuesta a la isla en 1962.
El subsecretario de Estado Antony Blinken encabezará la delegación estadounidense, conformada además por la subsecretaria de Estado para América Latina Roberta Jacobson, el subsecretario adjunto John Feeley y el embajador interino ante la OEA Michel Fitzpatrick.