Los Warriors de Golden State hicieron lo que tenían que hacer y regresan a casa en la misma situación en la que se marcharon — empatados en la serie final de la NBA.
Stephen Curry y Andre Iguodala anotaron 22 puntos cada uno y los Warriors, que mostraron por qué fueron el mejor equipo de la temporada regular, igualaron el jueves la final 2-2 tras imponerse 103-82 a los Cavaliers de Cleveland.
El quinto partido se disputará el domingo en el bullicioso Oracle Arena de Oakland, donde ya se disputaron dos prórrogas la semana pasada.
“Lo hemos visto durante todo el año, con cada equipo al que nos enfrentamos, utilizamos nuestra fuerza en los números”, dijo Iguodala, que estuvo por sorpresa en el quinteto inicial. “No solo tenemos un buen primer equipo sino que el segundo tiene el mismo tipo de velocidad, el mismo tipo de baloncesto de alto nivel. Es difícil seguirnos el ritmo”.
“Vamos a intentar seguir así”, agregó.
LeBron James sumó 20 puntos — 21 por debajo de su promedio en las series —, atrapó 12 rebotes y dio ocho asistencias, pero la superestrella de Cleveland, que jugó con un corte en la cabeza desde la primera parte, no fue suficiente para unos diezmados Cavaliers.
Timofey Mozgov lideró al equipo con 28 tantos y Matthew Dellavedova, luchando de nuevo contra calambres en una pierna tras pasar por el hospital, aportó 10. Los Cavs tuvieron solo 2 de 18 tiros de campo en el último cuarto, y no tuvieron una gran respuesta desde la banca ya que J.R. Smith falló todos sus intentos de triple y los reservas anotaron solo siete tantos.
Con las importantes ausencias de Kevin Love y Kyrie Irving, a Cleveland le faltó pólvora y sus jugadores parecían tener las piernas pesadas tras tres encuentros en cinco días ante el equipo más en forma de la liga.
Los Warriors debían ganar el juego ya que ninguno de los 32 equipos que tuvo un 3-1 en contra en las finales logró nunca remontar y ganar el anillo de campeón. Golden State ya no tiene que preocuparse por eso y ahora es posible que jueguen un par de partidos más en su cancha si la serie se alarga. El sexto juego está previsto para el martes en Cleveland.
Tras un último cuarto fuerte en el juego anterior que les dio confianza, los Warriors mostraron sensación de urgencia desde el principio. Iguodala, que rindió muy bien como suplente en los tres primeros choques, salió de inicio e hizo que la decisión del técnico Steve Kerr pareciese brillante.
Conocido por su defensa, Iguodala anotó cuatro triples y Curry, el jugador más valioso de la liga, logró otros tantos, incluyendo uno clave en el último parcial.
Kerr reconoció el trabajo de Iguodala al complicarle las cosas a James, que tuvo 7 de 22 tiros de campo.
“No creo que Andre le marcase de forma distinta que en los tres primeros juegos”, dijo el técnico. “Es un juego diferente. Los lanzamientos de LeBron no entraron. Los mismos lanzamientos podrían entrar en el siguiente partido. Andre, le da batalla. Le ha jugado mucho a lo largo de su carrera. En cada equipo en el que ha estado, es el tío que marca a LeBron cuando viene a la ciudad”.
Con los Cavs dando vueltas sobre la cancha, Curry dio un paso atrás para encestar un triple desde la izquierda que dejó fríos a sus rivales y silenció a los ruidosos 20.562 aficionados en la grada. Luego de que su tiro cruzó el aro, Curry apretó ambos puños, se golpeó el pecho y gritó “¡Vamos!”.
Los Warriors siguieron a su líder y ahora vuelen a casa rebosantes de confianza.
Draymond Green aportó 17 tantos y Harrison Barnes sumó 14 para Golden State, que no perdieron tres partidos seguidos en una temporada en la que acumulan 67 triunfos.
Buscando una chispa, Kerr decidió cambiar el quinteto inicial colocando a Iguodala delante, moviendo a Green al centro y sentando en la banca a Andrew Bogut. El técnico dijo inicialmente que no realizaría cambios, pero al final del tercer partido dio con una alineación que funcionó bien, con los Warriors sumando 36 puntos y reduciendo a un punto una desventaja de 20.
Poco antes del salto inicial, Kerr dijo a periodistas que mantendría su alineación habitual.
“Mentí”, dijo. “No creo que te den el trofeo en base a la moral. Te lo dan si ganas. Lo siento”.
Kerr obtuvo el resultado que quería, pero solo después de que los Warriors superasen la temprana embestida de los Cavs, que anotaron los siete primeros puntos del juego.
Golden State movió mejor la pelota y los tiros que no habían entrado hasta ahora cruzaron por fin el aro. AP