Lilian Tintori confiesa que lo primero que sintió al ver por primera vez a su marido, el opositor Leopoldo López, desde que inició su huelga de hambre hace más de veinte días fue «dolor, mucho dolor. Está muy delgado, ha perdido doce kilos», explica en conversación telefónica con ABC. Ha sido la primera visita que ha podido hacerle desde que está en ayunas. «No me dejaban verle en la cárcel de Ramo Verde, y ayer me lo permitieron por fin. Me impresionó mucho pues ha perdido mucho peso. Leopoldo no ha comido nada en 22 días», asegura a ABC de España.
«Está haciendo esta huelga de hambre -continúa- por los derechos de todos los venezolanos. Le conté que hay cien personas en Venezuela hoy en huelga de hambre: presos, estudiantes, concejales, hombres y mujeres en huelga a lo largo de todo el país. Y Leopoldo me dijo que no va a dejar el ayuno hasta que se cumplan sus peticiones. Exige la fijación de la fecha de las elecciones parlamentarias, que no han dado; y la liberación de los presos políticos. Él va a aguantar», subraya Tintori.
–¿Su marido conocía ya la decisión de Daniel Ceballos de abandonar la huelga de hambre?
–¿Está dispuesto a llegar hasta el final de la huelga, aún poniendo en peligro su vida?
–Está dispuesto a aguantar hasta que fijen las elecciones y liberen a los presos.
–Usted, como su esposa, ¿qué sintió al verle después de tanto tiempo y en estas circunstancias?
Tintori se muestra muy preocupada porque «en 21 días no le han hecho un chequeo medico, porque en ese tiempo no le han permitido entrar a su médico de confianza. Y Leopoldo no confía en los médicos del régimen, en los médicos militares porque sabe que Maduro quiere eliminarle… políticamente. Y son capaces de cualquier cosa».
La peor cara de Maduro
Señala, además, que el presidente venezolano, «en las últimas semanas lo que ha hecho es perseguir y hasta golpear a personas que están en huelga de hambre. Maduro ha mostrado su peor cara en estas últimas semanas». Y pide que el Gobierno nacional reaccione. «Está en su mano que paren las huelgas. Y la manera de hacerlo es que el Gobierno fije la fecha de las elecciones y libere a los presos políticos, que son 77».
–¿Le comentó a su marido la visita de Felipe González la semana pasada a Venezuela?
–¿Es optimista sobre la resolución positiva de la huelga de hambre de su marido, y que Maduro ceda finalmente a sus peticiones?
–Sí, siento que Maduro tiene una gran oportunidad en este momento de actuar democráticamente. Sabemos que hoy en Venezuela no hay democracia. Que lo que hay, como dijo Felipe González, es una democracia traicionada. Ahora bien, si libera a los presos políticos y se pone fecha a las elecciones sería un avance, y haría posible todavía el rescate democrático de Venezuela.
–Hay varios expresidentes que han pedido a Leopoldo López que deje la huelga de hambre…
–Sí, queremos que la deje pero Leopoldo no lo hará hasta que se cumplan las peticiones.
–¿Sus hijos le acompañaron en esta visita a la cárcel? ¿Cómo reaccionaron al ver a su padre?
–Sí. Reaccionaron bien. Mi hija la mayor dijo que estaba más flaco, y yo le dije que sí pero que luego lo vamos a engordar, si Dios quiere.