Un esqueleto antiguo hallado hace 20 años en un río en Washington muestra afinidades con indígenas de América del Norte, de acuerdo con un estudio de ADN que ayudaría a resolver una disputa sobre sus orígenes y custodia.
El esqueleto, conocido como el Hombre de Kennewick, tiene unos 8.500 años. El nuevo trabajo refuta sugerencias anteriores de que no estaba vinculado con los pueblos nativos modernos, dijeron los investigadores.
La mayoría de los científicos consideran que los antepasados de los grupos nativos modernos arribaron desde Siberia sobre un puente terrestre que se extendía hasta Alaska. Pero los rasgos del cráneo Hombre de Kennewick hicieron creer a otros científicos que sus antepasados tenían un origen distinto.
Los investigadores usaron el análisis de ADN para tratar de aclarar el origen del esqueleto. Tomaron ADN de un fragmento de hueso de la mano, mapearon el código genético y lo compararon con ADN moderno de pueblos nativos de las Américas y otras poblaciones del mundo.
Hallaron una mayor similitud con el ADN americano que el de cualquier otra parte con una estrecha relación con al menos un grupo nativo del estado de Washington.
La investigación, realizada por un equipo internacional, apareció el jueves en la edición electrónica de la revista Nature. Los resultados preliminares fueron anunciados en enero por el diario Seattle Times. AP